Velvet, coches con denominación de origen navarra

En las series y películas de época hay que cuidar hasta el más mínimo detalle. El vestuario, los complementos, el lenguaje...todo debe ser creíble y trasladarnos al momento en el que está ambientada. También los coches deben ser los que se usaban en aquella época. Los lujosos deportivos de 'Galerías Velvet', los coches de época de 'Gran Hotel' o los camiones militares de 'La Vaquilla' salen de una empresa muy cercana a La Rioja, Atrezzo Films, ubicada en Buñuel (Navarra).

Todo comenzó como una afición familiar que inició el padre de Juan Francisco Oliver, propietario de Atrezzo Films, y muy aficionado a coleccionar coches de época. Por su proximidad a las Bardenas navarras, comenzaron a ceder sus vehículos para rodajes de películas, videoclips, anuncios publicitarios...hasta que en 2013 Oliver decidió dedicarse a ello profesionalmente.

Oliver dispone de 40 vehículos clásicos que alquila para bodas y eventos y para cine y publicidad. Su flota va desde vehículos, hasta furgonetas, coches de Policía Nacional y Guardia Civil, vehículos militares o motos con sidecar, de todas las épocas y modelos, desde principios de siglo hasta los años 90.

Sus coches han estado en películas como 'La Vaquilla', de Berlanga, 'Libertarias', de Vicente Aranda, 'La novia', de Paula Ortiz, 'Gernika', de Koldo Serra, y también en series tan conocidas como 'Gran Hotel', 'Galerías Velvet' y 'Acacias 38'. Las anécdotas son innumerables. “He trabajado con Maribel Verdú, Javier Bardem, Penélope Cruz, Antonio de la Torre, Cameron Díaz, Brad Pitt y Ridley Scott”, explica Oliver, quien detalla que muchas veces también le toca hacer de asesor o incluso de profesor de autoescuela.

Aprendiendo a conducir coches de época

“A veces nos piden que les asesoremos históricamente y les sugerimos los coches que deben incluir en la película, aunque siempre tiene la última palabra el director. También tenemos que enseñarles a conducir estos vehículos, porque son más difíciles de manejar y no frenan igual. Incluso he tenido que enseñar a conducir a gente que no sabía. He dado clases a Amaia Salamanca o Miguel Ángel Silvestre”.

Y hay ocasiones en las que se requiere un vehículo, pero no para usarlo, sino para destrozarlo: “Para la película 'Gernika' me pidieron un coche de los años 30, igual que el que conducía un personaje, para volarlo en un bombardeo, así que hubo que buscar el mismo coche, dejarlo exactamente igual, y hacerlo volar”.

Destrozados por exigencias del guión o en perfecto estado, lujosos o sencillos, militares o civiles, los coches de esta empresa navarra pueden presumir de haber contribuido a trasladarnos a la España del siglo pasado.