Venezuela exhuma a sus represaliados

En Venezuela ya han comenzado los trabajos de exhumanción de los restos de las víctimas mortales de la represión durante las protestas del conocido como “Caracazo” del 27 de febrero de 1989, con el objetivo de lograr su identificación, según ha informado la fiscal general del país, Luisa Ortega Díaz. Las estimaciones de fallecidos varían entre los 275 y los 3.000 muertos.

Ortega indicó ayer en Radio Nacional de Venezuela que ya están dispuestos antropólogos, fotógrafos forenses y otros científicos y ha informado de que los medios de comunicación también tendrán acceso para que puedan ser testigos del proceso.

Hasta el momento se habían realizado inspecciones preliminares en la fosa común. Ortega destacó que en la primera exhumación, la de 1999, los trabajos de investigación no fueron completos, ya que los cadáveres fueron inhumados en nichos degradantes y aislados, dejando el proceso a medio camino.

El objetivo ahora es examinar los cadáveres de los nichos y cotejar su número con el de las listas oficiales. Así, si existen incoherencias, se procederá a realizar excavaciones en el lugar donde se supone que está la fosa común.

Ortega ha solicitado a los familiares de las víctimas que aún no hayan acudido al Ministerio Público, que asistan para aportar una serie de datos que posibiliten la identificación de los restos con la primera prueba que se ejecute.

Hasta ahora han comparecido familiares de 125 fallecidos y se está estudiando efectuar un registro de las características físicas de los cuerpos para que se facilite la identificación, aunque la fiscal ha destacado que si no se logra la identificación a través de los registros, ya se cuenta con la dotación de material técnico de ADN para proceder a practicar las pruebas necesarias.

El conocido como “Caracazo” del año 1989, tuvo lugar cuando el entonces presidente venezolano, Carlos Andrés tomó un conjunto de medidas antipopulares que provocaron reacciones del pueblo, que saquearon comercios en masa y provocaron grandes revueltas en protesta por la subida de precios. Durante varios días, la ciudad de Caracas y sus alrededores se sumieron en el caos. La policía dio muerte a más de 5.000 personas.