Violencia y parapolítica sacuden de nuevo a los colombianos

A pesar de estar en sumergida en la cuenta atrás para la celebración de las próximas elecciones presidenciales, Colombia sigue viéndose golpeada por la tragedia de la violencia y la parapolítica. Un nuevo enfrentamiento entre el Ejército colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha provocado la muerte de al menos trece personas.

Las autoridades del departamento del Cauca informaron de la muerte de ocho personas,

entre ella una líder de la comunidad indígena, a consecuencia del fuego cruzado generado en combates entre las FARC y las Fuerzas Armadas en la localidad de Toribio, situada en el noreste de la región.

Numerosos civiles quedaron atrapados en medio del tiroteo entre los combatientes armados, que provocaron estampidas en las que muchos de ellos, además, resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados a hospitales cercanos.

Además, fueron recuperados de la zona de combate los cadáveres de cinco guerrilleros de las FARC, que murieron en combates con tropas de la Vigésima Novena Brigada del Ejército. Según el coronel Luis Danilo, los guerrilleros murieron al estallar un potente dispositivo explosivo casero que manipulaban.

Pero esta no es la única tragedia que han vivido los colombianos en los últimos días. Un caso de parapolítica ha vuelto a salir a la luz pública con la detención del ex gobernador del departamento del César (norte de Colombia) Hernando Molina Araujo.

La orden de detención fue dada por la Corte Suprema de Justicia de Colombia dados los vínculos del antiguo gobernador con grupos paramilitares.

Molina Araujo fue investigado por nexos con el ex jefe paramilitar extraditado Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'. A principios de 2009, un desmovilizado de los paramilitares indicó que el ex gobernador se había reunido en varias ocasiones con 'Jorge 40' y aseguró que tras dichas reuniones el grupo armado amenazó al candidato en 2003 a la gobernación de César, Cristian Moreno, quien se retiró y dejó a Molina como único aspirante.

“Hernando Molina se concertó con la organización criminal paramilitar,

comandada por su entrañable amigo 'Jorge 40', para constreñir a través de la amenaza [a] parte del electorado en el César para imponer una candidatura única“, señaló en su momento la Fiscalía.

Tras tres años y medio de prisión, los abogados de Molina habían conseguido su puesta en libertad mientras el Tribunal Supremo avanzaba en la investigación de los cargos en su contra, pero finalmente este jueves se ordenó su arresto después de que la corte le condenara a siete años y medio de prisión, informa la prensa local.

Ya se han iniciado los trámites para su traslado a Bogotá, donde se espera que comparezca a lo largo del día ante las autoridades competentes.