Vargas Llosa: “Hay que acercar la literatura a las estrellas”

Isabel Preysler y Vargas Llosa este martes en Tazacorte.

Esther R. Medina

Tazacorte —

El escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, resumió sus 24 horas de estancia en La Palma, acompañado de su actual pareja, Isabel Preysler, en una frase: “Hay que acercar la literatura a las estrellas”. “Ha sido una visita breve, pero de enorme significación e importancia para mí y para Isabel”, aseguró este martes en un encuentro con los medios de comunicación que tuvo lugar en el Hotel Hacienda de Abajo de la Villa y Puerto de Tazacorte, y en el que estuvo acompañado por el director del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Rafael Rebolo. “Era la primera vez que venía a La Palma y espero que no sea la última; la isla es preciosa, con una geografía muy peculiar”, dijo. 

Vargas Llosa e Isabel Preysler realizaron una visita al Observatorio del Roque de Los Muchachos invitados por el Instituto de Astrofísica de Canarias  y participaron en una observación nocturna en el Gran Telescopio de Canarias (Grantecan). “La experiencia de pasar un día y sobre todo una noche en el Observatorio ha sido realmente única no solo por lo que significa a través de esos telescopios tan poderosos visitar el Universo, acercarse de alguna manera a ese espacio infinito del que formamos parte, sino por todas las explicaciones que he recibido, las informaciones, principalmente de la boca del propio director del IAC”, expuso. “He vivido de cerca lo que es la vida de un astrónomo, la manera cómo esta disciplina lleva a conocer esa inmensidad de la que formamos parte, en la que la ciencia ha avanzado tanto sin resolver todos los problemas, por el contrario, añadiendo más preguntas a las muchas que nos hacíamos sobre de dónde venimos, a dónde vamos, qué significa formar parte de esta eternidad, de esta inmensidad sin límite”, comentó. “En fin, ha sido una experiencia realmente extraordinaria y estoy inmensamente agradecido al IAC por esta generosa invitación, y hablo en primera persona, pero seguro que todo lo que he dicho lo comparte en buena parte Isabel, que me ha acompañado en este viaje”, subrayó. 

De momento, Vargas Llosa desconoce si La Palma le servirá de musa. “Nunca sé si una experiencia va a dejar en mi memoria imágenes que van a ser luego fértiles para la invención de una historia, eso ocurre siempre un tiempo después cuando la memoria refina un poco la experiencia, se concentra en ciertas imágenes, así que no lo sé”, admitió, pero añadió que “sin ninguna duda, es una fuente riquísima de inspiración una experiencia como esta, pasear entre las estrellas”. “Me pidieron en el IAC que sintetizara la experiencia vivida en estas 24 horas y se me ocurrió una frase: ‘Hay que acercar la literatura a las estrellas”, resumió. 

La observación nocturna en las cumbres de La Palma, explicó, “fue esa operación que yo había vivido alguna vez, pero de una manera mucho más fragmentaria y pequeña, que es acercarse a las estrellas, a los astros que habitan esa inmensidad que nos rodea y que la noche de La Palma permite ver de una manera más diáfana, más precisa”. “La observación del Universo tiene una realidad estética que es muy bella, y al mismo tiempo nos hace ver lo pequeños, los frágiles que somos los habitantes de este pequeñísimo planeta”, afirmó. 

La astronomía, en su opinión, es “una disciplina donde se rompen verdaderamente las fronteras de la física y la metafísica, y además de la experiencia estética es una experiencia no solo científica sino también espiritual que de alguna manera nos acerca un poco a esa gran indagación que somos”. Destacó que “no todos los lugares son tan privilegiados como La Palma para disfrutar del cielo nocturno por su diafanidad y limpieza”. 

Preguntado sobre el fenómeno de la inmigración en Europa, manifestó que “la emigración de miles y miles de personas, fundamentalmente del continente africano, es un gran homenaje que se hace a Europa, que representa la legalidad, la libertad, el trabajo, las oportunidades que no tienen en sus propios países, y los europeos deberían sentirse muy contentos y satisfechos de ese homenaje que le rinden todos los emigrantes que quieren venir a Europa y escapar del infierno que son sus propios países”. “La gran tradición democrática y liberal es abrir los brazos a los inmigrantes que, en general, traen muchos más beneficios que perjuicios, en contra de lo que dicen los racistas, que los rechazan como un peligro, como un veneno”, sostuvo, pero reconoció que “hay una realidad, y es que los países no pueden aceptar de una manera absolutamente indiscriminada y general a todos los emigrantes que quisieran venir porque hay razones prácticas para ello”. En este sentido consideró que “es muy importante que haya una política europea que suscriban todos los países que forman ese gran proyecto que es la unidad de Europa, para que se continúe con esa tradición de apertura pero al mismo tiempo se implanten políticas que sean realistas, pragmáticas y que no vayan más allá de lo posible”.

Sobre su participación en el Festival Hispanoamericano de Escritores que se desarrollará en Los Llanos de Aridane del 18 al 22 del próximo mes de septiembre, organizado por la cátedra que lleva su nombre, apuntó que “no sé si podré venir porque tengo un compromiso hecho con mucha antelación precisamente para esas fechas, tal vez lo pueda arreglar, tal vez no, no lo sé todavía”. 

Vargas Llosa e Isabel Preysler compartieron este martes almuerzo en el Hotel Hacienda de Abajo de Tazacorte con un reducido grupo de personas entre las que se encontraban el presidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana; los escritores palmeros Elsa López y Anelio Rodríguez Concepción; el director del IAC, Rafael Rebolo, y el administrador del Observatorio del Roque de Los Muchachos, Juan Carlos Pérez Arencibia. Al término de la comida, y tras finalizar la comparecencia ante los medios del escritor, la comitiva abandonó el recinto hotelero rumbo al Aeropuerto. Isabel Preysler se mostró “encantadísima” con su viaje a La Palma.

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