Desalojada una discoteca de Ponzano por superar su aforo en un 40% y bloquear la salida de emergencia

Las molestias de ruido denunciadas por los vecinos provocaron el pasado sábado por la noche una importante intervención policial en el número 2 de la calle Bretón de los Herreros que se saldó con un desalojo por exceso de aforo y denuncias por varios incumplimientos de la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar).

La operación tuvo lugar en el restaurante-espectáculo Piccaro, situado entre Ponzano y Santa Engracia, sobre las 3.40 horas de la madrugada del sábado al domingo, informa la Policía Municipal. En su interior se encontraban 228 personas cuando apareció la policía, cuando el local solo contaba con licencia para 165, lo que supone un exceso de aforo de casi el 40%.

Aunque el local cuenta con dos plantas, todos los clientes se encontraban en el sótano, que dispone de 137 metros cuadrados, por lo que la aglomeración de personas era importante a la llegada de los agentes del Grupo Especial de Ocio Nocturno de la Policía Municipal y, una vez comprobada la dificultad para moverse, procedieron al desalojo sobre las 4.50 de la madrugada.

En su inspección, los agentes constataron la existencia de una pérgola con luces que no contaba con el proyecto y el certificado de montaje pertinentes, además de verificar que cajas de bebidas obstaculizaban la salida de emergencia y la escalera de acceso a la planta baja también estaba bloqueado por un cubo de basura y otros elementos.

El Piccaro es una de las tres discotecas que actualmente operan en el entorno de Ponzano y que se han convertido en foco de muchos de los problemas de ruido y convivencia que sufre la zona, según denuncian los vecinos. Sus recientes aperturas facilitó que los clientes del más de centenar de bares y restaurantes del entorno encontraran una alternativa para dar continuidad a la noche, lo que se ha traducido también en molestias para los residentes hasta altas horas de la madrugada.

Ninguna de las tres discotecas del entorno pertenece a la Asociación de Hosteleros de Ponzano, entidad que reclama más acción policial y critica a los locales que operan sin cumplir la normativa y apuesta por un modelo de ocio más centrado en la gastronomía, lejos de las propuestas al “estilo Magaluf” -denuncian los vecinos- que están cambiado la calle desde hace un tiempo.