Futuro incierto para la edificio de Barquillo 13

El edificio decimonónico de la calle Barquillo 13 que debía acoger la nueva sede de la desaparecida Comisión Nacional de Energía (CNE) continúa menguando su valor, tal y como apuntábamos hace meses. De poco le sirve haber pertenecido al general Prim y que durante años fuera aumentando su valor, a día de hoy el edificio está vacío y va devaluándose a pasos agigantados.

Todo comenzó el 4 de marzo de 2003, cuando la sociedad Consultores y Técnicos de Inversión vendió el edificio a Inmobiliaria Taburete por 9,3 millones de euros. Tres años después, el inmueble pasó a manos de Delite Concept por 14,6 millones, quien a su vez lo revendió, un día después de la quiebra de Lehman Brothers, a la CNE por la vertiginosa cifra de 19 millones de euros.

Después de desembolsar esa enorme cantidad de dinero, quedaba aún otro trámite para poder trasladar la CNE hasta esa nueva sede: la licencia que convirtiera el edificio en dotacional y una gran cantidad de obras de rehabilitación y recuperación que suponían un considerable montante adicional para las arcas de un Estado cada vez más mermadas.

Con los números en rojo y una licencia que no llegó hasta 2010, nunca se ha llegado a acometer la obra ni se ha podido usar el edificio. Es más, los interventores del Estado que realizaron la tasación para la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) -que sucede a la extinta CNE- cifraba su valor en torno a los 5,87 millones, tal cual está el edificio, y hasta los 10,85 millones, si se hacen unas grandes obras.

La sombra de la sospecha sobre Delite Concept e Inmobiliaria Taburete

A la hora de realizar la tasación, estos interventores encontraron una sospechosa relación entre Delite Concept e Inmobiliaria Taburete, para las que las operaciones de venta supusieron pingües beneficios, frente al naufragio de la inversión de la CNE. El reto ahora para la Dirección General de Patrimonio es intentar recuperar lo máximo posible de esta ruinosa operación en la que todas las empresas privadas, sin excepción, lograron cuantiosas plusvalías.

Un problema que la líder de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, ha puesto sobre la mesa del Congreso de los Diputados. En una pregunta escrita al Gobierno le pide que inste al fiscal a investigar las «posibles irregularidades» en la compra de la CNE del edificio, además de pedir explicaciones de por qué este inmueble nunca se usó en seis años.

Según UPyD, la compra del inmueble «no atendió a razones de necesidad por parte de la CNE en 2008», máxime teniendo en cuenta que las «lamentables» condiciones del inmueble, e insta al Ejecutivo a articular medidas para evitar que se repitan situaciones de este tipo.