La caída de la hoja complica la movilidad por las calles y plazas de Chueca

A tan solo unos días del comienzo del invierno, las calles y plazas de Chueca y Salesas lucen un manto otoñal de hojas secas que, unidas a las lluvias de ayer, están complicando la movilidad tanto de los peatones como de los coches en algunos puntos.

Las zonas más afectadas por la acumulación de hojarasca son la Plaza del Rey, la Plaza de las Salesas, la Plaza de la Villa de París y el Paseo de Recoletos, donde existen ejemplares de hoja caduca de gran porte (sobre todo plátano de sombra), que desprenden gran número de hojas y de tamaño considerable.

Mientras otros años la caída de la hoja ha tenido lugar de manera más progresiva desde principios del otoño, este año se ha retrasado este fenómeno natural, concentrando la caída de hojas más importante en las últimas semanas. Una bucólica estampa que, unida a la lluvia de ayer, convierte el tránsito por estos espacios del barrio en lugares propicios para resbalones y caídas.

La acumulación de hojas en escaleras es especialmente peligrosa para los colectivos más vulnerables, como niños, personas mayores y con discapacidades, tanto motoras como visuales, más propensos a las caídas. Además, al cubrir las bandas podotáctiles que señalizan la existencia de escaleras e intersecciones, hace la movilidad de las personas con discapacidades visuales mucho más complicada y arriesgada.

Las hojas no solo se acumulan sobre las aceras, también lo están haciendo sobre la calzada, especialmente en puntos como el Paseo de Recoletos, donde el viento arrastra las hojas, que se van acumulando en el suelo frenadas por los generosos bordillos que separan el asfalto de las aceras, tal y como ilustra la imagen inferior.

Otro punto a tener en cuenta que debería estar libre de hojas son las salidas de ventilación del túnel ferroviario de Recoletos y la estación de Metro de Colón, sobre los que ya comienzan a apreciarse bastante hojarasca.

La herencia de los contratos integrales de limpieza

Este mismo miércoles la Comisión de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid abordaba el tema de la recogida de hojas en toda la ciudad. Toda una patata caliente heredada de los contratos integrales de limpieza firmados por el Partido Popular durante el mandato de Ana Botella, que Carmena se ha visto obligada a mantener por lo que le costaría a las arcas municipales rescindirlos.

En ellos, además de suprimir las campañas de recogida de la hoja, se considera que la hojarasca es un tipo de residuo que no están obligadas a recoger las empresas adjudicatarias hasta que no alcancen una capa de 10 centímetros de espesor. Solo cuando alcanzan esa altura y continúan sin recogerse el Ayuntamiento puede sancionar a las adjudicatarias.

A pesar de estas condiciones contractuales, el equipo de Manuela Carmena ha pedido la retirada de hojas secas en puntos específicos con gran acumulación de hojas y ha reforzado el operativo con 198 servicios específicos para recoger las hojas, tanto por barridos mixtos y mecánicos como manuales.