Primer día de funcionamiento del muro invisible que separa Conde Duque: entre la normalidad y el desconcierto

Encuadradas en la confinada zona básica de salud de Guzmán el Bueno, varias calles del entorno del Conde Duque, y el mismo centro cultural, estrenan este lunes cierre perimetral anti Covid-19 como área en la que la incidencia de la enfermedad supera los 500 casos por 100.000 habitantes. Con las fronteras de la zona básica muy difusas, se da la circunstancia de que vivir, o tener un negocio, en la acera de los pares o en la de los impares de una misma vía, o unos números más arriba o más abajo, reparte suerte de manera desigual.

Entre los habitantes surgen mil dudas y, entre todas ellas, quizá la más importante sea la que planea sobre la efectividad de esta medida. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cree que estos cierres perimetrales en función de las zonas básicas de salud son lo que necesita la ciudad para combatir la pandemia y, a la vez, afectar lo menos posible a la economía.

Preguntas y respuestas sobre la zona básica de salud de Guzmán el Bueno: ¿qué puedes hacer y qué no?

Tras recorrer esta primera mañana las fronteras invisibles que separan las calles y manzanas afectadas por la restricción nos hemos encontrado con una normalidad casi absoluta en el ir y venir de los vecinos y una ausencia total de vigilancia policial para hacer cumplir la norma. Los límites de la zona básica de Guzmán el Bueno zigzaguean y recortan de manera artificial el día a día de un barrio.

Ángel Sánchez, copropietario de El Chorrillo, tiene su bar en la acera confinada de Travesía de Conde Duque. En buena ley, sus parroquianos de la acera de enfrente hoy no podrían haber acudido a su establecimiento a tomar, como de costumbre, el café matutito, la caña del aperitivo o sus tradicionales menús. En cualquier caso, comenta que este lunes no ha notado un descenso en su clientela, la mayoría de la cual desconoce que su bar queda en zona confinada, y pone en duda lo acertado de las barreras exactas que fija la zona básica de salud de Guzmán el Bueno.

La Parrilla de Nino, bar situado en la esquina de la plaza de Cristino Martos y la calle Duque de Liria, es otro establecimiento que ha comenzado la semana en zona confinada pero, sin embargo, su terraza, instalada sobre la misma plaza, estaría en área sin restricción. El camarero que atiende el establecimiento transita continuamente entre este sinsentido.

Tanto para la economía de El Chorrillo como para la de La Parrilla de Nino el cierre de toda la ciudad, que estaba vigente hasta hace unos días y que permitía a cualquiera moverse sin restricción por toda la capital, era más beneficioso que el de la zonal actual, en caso de que la medida se haga cumplir arrajatabla. Lo mismo se puede aplicar para otro tipo de comercios de la zona, vetados a clientes que no vivan en su inmediato entorno.

Dejando al margen el tema económico, decir que en el interior de la zona de salud de Guzmán el Bueno viven 21.000 personas, sujetas desde hoy a restricciones de movilidad. Sólo por causas justificadas estarían facultadas a salir de sus límites.

En nuestro paseo matutito hemos visto a personas traspasando el muro invisible que divide parte del barrio de Universidad por el simple hecho de estar reciclando basura en los contenedores más cercanos a sus viviendas o de transitar por la parte de una calle soleada, pero confinada, en lugar de hacerlo por la acera de esa misa calle que permanecía en sombra y libre de restricción.

¿Cuáles son los límites de la ZBS de Guzmán el Bueno?

Cada zona básica de salud ocupa las manzanas que están en su interior y está separada del resto por la calzada. La de Guzmán el Bueno está limitada al norte por la calle Fernando el Católico, al sur por Princesa y San Bernardino y al este por la calle San Bernardo, entre la glorieta Ruiz Jiménez y Quevedo. Este es el mapa de sus límites: