Propuestas para una nueva ordenanza de terrazas: más control, mejor diseño y mesas en los aparcamientos
“Tenemos que dialogar más” fueron las palabras con las que se cerró el III Foro Somos Malasaña, celebrado el pasado jueves y que giró en torno a las terrazas y a la ocupación del espacio público. La frase la pronunció Juan José Blardony, el gerente de la asociación hostelera La Viña -la principal de Madrid- después de casi dos horas de intenso debate entre vecinos, arquitectos y hosteleros. Un intercambio de impresiones que arrojó interesantes aportaciones sobre el camino que debería seguir una futura ordenanza de terrazas en Madrid, que parece cambiará pronto.
Las ideas que más llamaron la atención fueron las que puso encima de la mesa Iñaki Romero, miembro de la oficina de innovación urbana Paisaje Transversal. Este arquitecto lanzó una batería de propuestas, en primer lugar para intentar hacer cumplir la normativa, que actualmente algunos hosteleros -una minoría, admitieron las partes- se saltan de manera reiterada. También propuso que el diseño de las terrazas tuvieran coherencia con su entorno, especialmente es espacios singulares de la ciudad, y pidió el fin de la acumulación de sillas y mesas en la calle por las noches, así como la desaparición o mayor control de las estructuras ligeras que rodean a estos lugares.
Además, Romero consideró que había ciertas zonas de la capital deberían liberarse de mesas y sillas para no abusar del uso del espacio público -se citó la calle Montera en numerosas ocasiones a lo largo de la charla- pero que esto se debería compensar con la creación de grandes espacios de terrazas en parques y otras zonas en las que no causen molestias a los vecinos. También dejó caer la posibilidad de que, como en otras ciudades, se ocupen plazas de aparcamiento para colocar terrazas en determinadas áreas.
El citado Blardony, de La Viña, expresó su deseo de mejorar la interlocución con el movimiento vecinal -en la que están trabajando desde hace poco- antes de admitir que el sector ha vivido momentos de una “flexibilidad muy grande” y que los hosteleros apuestan sin embargo por un “uso del espacio público de manera responsable”. Entre las propuestas concretas, vio con buenos ojos la ocupación de plazas de aparcamiento por bares, en la medida que supondrían “nuevas oportunidades para locales que actualmente no pueden contar con terraza” y añadió que una nueva ordenanza debería hacer posible adelantar su horario de funcionamiento en Madrid a las 8.00 (actualmente el inicio de su actividad está en las 10.00).
Las palabras de Blardony fueron complementadas por Miguel Ángel Santa, miembro de la junta directiva de La Viña y representante de Triball, que demandó una “simplificación normativa, una síntesis” al Ayuntamiento para acabar con una regulación de diferentes áreas “que se pisan las unas a las otras”. También exigió una mejora en los tiempos de respuesta municipales a la hora de tramitar las peticiones de terrazas de los locales. Además, añadió ideas como el establecimiento de horarios más restrictivos en determinadas calles y la instalación de elementos más ligeros y que ocupen menos espacio como mesas plegables, incidiendo también en que el actual diseño de terrazas es muy mejorable.
La exposición de la parte vecinal, la asociación Acibu, se centró más en la denuncia de la situación actual que en el lanzamiento de propuestas. Jordi Gordón, su presidente, insistió en que el habitante del centro de Madrid se encuentra “desprotegido ante bares, terrazas, apartamentos turísticos y eventos, que nos están matando”. También se quejó de la inacción del Ayuntamiento y de que están desapareciendo “los derechos de los vecinos” frente a los de las empresas que operan en el espacio público. En ese sentido, reclamó otro tipo de turismo más sostenible, una moratoria para conceder nuevas terrazas hasta que se apruebe la nueva ordenanza y un canon mayor a la hora de instalar una terraza. En este sentido, se arrojó el dato de que el precio del metro cuadrado de terraza en Madrid oscila entre los 40 € hasta los 244 €, mientras que el precio medio del alquiler de un local está en 276 euros por metro cuadrado.
En la mesa faltó el Ayuntamiento de Madrid, que había sido invitado a través de su área de Urbanismo, pero que no acudió a la cita y se perdió escuchar estas interesantes propuestas, además de aportar luz sobre el estado de los trabajos previos a la presentación de la supuesta nueva ordenanza. Sí que acudieron a la cita urbanistas, hosteleros y vecinos, que establecieron un animado diálogo a partir de la segunda mitad del encuentro, durante el que surgieron ideas como un mejor control de la administración sobre los permisos, pensar en el adosado a fachadas de la mayoría de terrazas, en lugar que ocupen (como actualmente) la parte contraria de la acera y una mejor información del tenedor del permiso, para que sea fácilmente consultable si se cuenta con una terraza legal o no.
Puedes escuchar aquí el III Foro Somos Malasaña sobre terrazas y espacio público, que se celebró en el coworking de Espíritu 23:
Y este es el vídeo completo del foro:
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