Prisión provisional para el rey de la pequeña estafa, Tomás Sánchez Pacheco

Cárcel para Tomás Sánchez Pacheco. El pasado noviembre este gaditano se sentaba en Madrid ante un juez para responder por cinco delitos -estafa, malversación, falsedad documental, apropiación indebida y ocupación ilegal- relacionados con el traspaso de un café del barrio de Malasaña cuya cantidad acordada nunca satisfizo. Ahora, en Barcelona, un magistrado ha ordenado, por vez primera para este hombre, su ingreso en prisión a la espera de que se celebre un juicio en el que se le acusa de estafa, falsedad documental y de liderar una organización criminal, tal y como ha adelantado El Periódico.

La sentencia del juicio que tuvo en Madrid hace unos meses está al caer y, si bien aún no se conoce, la acusación particular solicitó para Sánchez Pacheco 15 años de cárcel.

En la vista que le aguarda en Barcelona los investigadores le imputan 13 estafas a 18 personas, con las que han podido acreditar un perjuicio económico total de 102.842 euros entre impago de alquileres y venta de aparatos informáticos y electrónicos, y creen probado que lideraba un grupo organizado, con carácter permanente, dedicado a la comisión de delitos, lo cual podría suponerle varios años de cárcel.

Por la gravedad de los cargos, y por la larga trayectoria de acusaciones acumuladas en el tiempo -que harían factible pensar que sea responsable criminalmente de lo que se le imputa-, el juez instructor de la causa ha determinado el ingreso inmediato en prisión de Sánchez Pacheco.

Historial de pufos

En Madrid, Sánchez Pacheco se había especializado en presuntas estafas inmobiliarias y falsedad documental -presentaba nóminas falsas-, alquilando viviendas a particulares e inmobiliarias cuya renta nunca pagaba y que, a su vez, realquilaba a pobres incautos a los que convertía en involuntarios ocupas. Así, iba dejando dobles víctimas en cada operación, las cuales se sucedieron a velocidad de vértigo entre finales de 2019 y el primer trimestre de 2020.

Las falsas trasferencias eran su modus operandi y también acumuló tanto impagos en las oficinas desde las que operaba como deudas con los trabajadores que contrataba.

Con la llegada de la pandemia protagonizó un rocambolesco episodio en el que se hizo pasar por médico con la supuesta intención de cometer algún tipo de estafa relacionada con la venta de material sanitario, según fuentes de quienes investigaron este caso que se destapó cuando fue detenido por la policía, en la céntrica calle de San Bernardo, en un control aleatorio durante el confinamiento.

Más tarde, aún instalado en la capital, Sánchez Pacheco se inventó un nuevo señuelo: espacios compartidos de trabajo para médicos, coworkings sanitarios que jamás llegó a abrir. Para su negocio trampa volvió a acordar alquileres que nunca pagaba y a contar con personal contratado que acababa despidiendo cuando le exigía su correspondiente salario.

Para, supuestamente, implementar esta actividad también solicitó ordenadores a empresas de alquiler de equipos informáticos, las cuales pasaron a convertirse en sus nuevas víctimas predilectas: no sólo no cobraban por los préstamos sino que no volvían a ver un material que, en ocasiones, acababa en negocios de venta de segunda mano.

Tanto con los coworkings sanitarios como con los 'palos' a las empresas informáticas, y siendo ya muy conocido en Madrid, Sánchez Pacheco decidió cambiar de aires a principios del año 2021 y empezar a operar en Barcelona.

Primero abrió sucursal de engaños en la Ciudad Condal sin abandonar del todo sus correrías por la capital, para después pasar la mayor parte de su tiempo en Cataluña, donde ha sido detenido en 15 ocasiones tan sólo en el último año.

Según El Periódico, la última de ellas, el 19 de enero en la localidad de Sitges, donde los Mossos d'Esquadra lo encontraron con su pareja. De ahí, directo a la prisión, al menos de momento.

Banda desarticulada

Junto a Sánchez Pacheco, Agentes de la Policía de la Generalitat-Mossos d'Esquadra de la División de Investigación Criminal (DIC) de Barcelona, detuvieron a otra persona, a la que señalan como su lugarteniente, mientras investigan a otros tres colaboradores. Todos están acusados de pertenecer a una banda criminal liderada por el gaditano.

“Se trata de un grupo con un alto grado de movilidad dentro del Estado español y que en el momento de ser desmantelado se encontraba en plena actividad. Los investigadores detectaron que la organización se encaminaba a cometer estafas de mayor envergadura”, se asegura en una nota de prensa hecha pública hoy mismo por los Mossos.

“Al líder del grupo criminal le constan cuatro antecedentes por parte del cuerpo de Mossos d'Esquadra y 11 más entre Guardia Civil y Policía Nacional, por estafas de características similares en todo el territorio español. Entre las otras cuatro personas acumulan nueve antecedentes de los tres cuerpos policiales, también por hechos similares”.

Sánchez Pacheco es el único que permanece en prisión, mientras que su mano derecha, un hombre de 52 años, ha sido puesto en libertad con cargos.