Reformar lo ya arreglado o acabar con un barrizal: Almeida prioriza obras en plazas céntricas a las afueras “abandonadas”

El Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida solo reformará una plaza fuera de la almendra central de Madrid el próximo año, según su propio proyecto de presupuestos para 2024, los primeros que el regidor puede aprobar sin consensos con ninguna formación política a tenor de su mayoría absoluta obtenida en mayo. De las ocho plazas que el Ayuntamiento planea iniciar obras el año que viene, cuatro se ubican en el distrito Centro: Rastrillo, Matute, Jacinto Benavente y las zonas adyacentes a los Jardines de Sabatini con Plaza de España. Otras tres se encuentran dentro de la M-30: Dalí (distrito de Salamanca), Olavide (Chamberí) y San Pol de Mar (Moncloa-Aravaca). Solo una está en la periferia madrileña, la de Pajarones, en Barajas.

Esto se traduce en una inversión presupuestaria de 6.575.000 euros para la reforma de plazas en Centro, 1.600.000 en Salamanca, 3.500.000 en Chamberí, 400.000 en Moncloa-Aravaca y 357.000 en Barajas. En el resto de la ciudad la cantidad prevista en estos presupuestos es de cero euros.

No obstante, fuentes del área de Obras y Equipamientos indican a Somos Madrid que, al margen de los presupuestos, el área delegada tiene previsto intervenir durante 2024 en otras dos plazas situadas también fuera de la M-30: Milmarcos (Villa de Vallecas) y San Cristóbal (Barajas). “La primera se incluye en una partida de recuperación y regeneración de cascos históricos de la ciudad y la segunda en una de adecuación de viales y mejora de la accesibilidad”, precisan.

Mientras, siguen pendientes de ejecución la mayoría de iniciativas para la renovación de plazas fuera del centro aprobadas en el mandato de Manuela Carmena. Su Ejecutivo lanzó en 2017 un concurso arquitectónico para encontrar ideas a través del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) e impulsó la participación ciudadana con recogidas de ideas y votaciones de los proyectos en la plataforma Decide Madrid. Sin embargo, la victoria de Almeida en 2019 frenó estos planes.

Por el momento han finalizado los trabajos en cuatro de aquellos once espacios: la Plaza Mayor de Villaverde, La Remonta (Tetuán), Emperatriz (Carabanchel) y La Vaguada (Fuencarral-El Pardo). Por contra, el consistorio no ha culminado las obras o ni siquiera se han aprobado en la plaza Cívica de Lucero (Latina), Puerto de Canfranc (Puente de Vallecas), Mar de Cristal (Hortaleza), plaza Cívica de San Blas, Duquesa de Osuna (Barajas), Misterios (Ciudad Lineal) y Encuentro (Moratalaz). De hecho, el Ayuntamiento actual ha descartado ya estas dos últimas rehabilitaciones porque implicarían “importantes afecciones a las líneas de transporte público”.

Una plaza nunca asfaltada en Vallecas, símbolo de un olvido

En algunos casos la degradación es particularmente importante. La plaza de Puerto de Canfranc, en el distrito de Puente de Vallecas, ofrece más bien la estampa de un solar abandonado, o de un mero barrizal en días de lluvia. “Se ha convertido en un improvisado aparcamiento y vertedero”, denuncia la Asociación Vecinal Doña Carlota-Numancia. La situación llegó a tal extremo que el propio Almeida se comprometió a reformarla durante la campaña electoral en caso de ser reelegido. Sin embargo, el proyecto de presupuestos para 2024 no recoge esta actuación. “El mandato tiene cuatro años. Es material y financieramente imposible abordar todo lo que se quiere hacer en un primer presupuesto”, aseguran a este medio fuentes municipales.

Residentes del barrio de Numancia se han movilizado sistemáticamente para reclamar una actuación de calado en la zona, ante las afectaciones al tráfico y la salubridad que genera este terreno que ni siquiera llegó a ser asfaltado: “La parcela, abandonada desde hace décadas por el Ayuntamiento de Madrid, se ha transformado en un aparcamiento informal de coches, furgonetas, camiones, vehículos pesados o abandonados y en un vertedero de desechos de todo tipo que degrada el entorno”, lamentaba la agrupación vecinal en un comunicado publicado en abril.

Por todo ello, reclaman una remodelación “urgente” como la que se recoge en “varios proyectos nunca ejecutados”. Porque según Javier Moral, presidente de la asociación, “este problema viene de mucho antes que 2017”. Moral explica que la plaza ha sido un sitio “inhóspito” ya desde su creación en los años noventa, “un no lugar del que la administración nunca se preocupó una vez tiraron abajo las casas que lo ocupaban”.

Almeida ve Madrid como un mero escaparate, frente a la idea de un Madrid habitable y vivible, de una ciudad para sus vecinas y vecinos

La plataforma ha logrado recoger más de 1.000 firmas exigiendo una rehabilitación profunda del entorno, muestra del “hartazgo de los vecinos, que piden dignificar esta zona y crear espacios de encuentro y de alivio ante las olas de calor, cada vez más frecuentes en la ciudad”. Trasladaron la propuesta al pleno del distrito el pasado 11 de abril, pero no ha sido hasta este martes que han recibido la visita de Ángel Niño, concejal de Puente de Vallecas y responsable del área de Innovación del consistorio. Javier afirma, sin embargo, que han perdido “toda la confianza” en el Ayuntamiento.

El portavoz de Más Madrid en la Comisión de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Álvaro Fernández Heredia, critica la “reforma sobre reforma” del Ayuntamiento en plazas del centro “al tiempo que olvida miles de espacios degradados que padecen el abandono municipal en los barrios alejados de la almendra central”.

El edil se ha mostrado muy beligerante contra algunas remodelaciones que el Gobierno de Cibeles ha ejecutado (Sol), presupuestado (Jacinto Benavente y Dalí) o planteado (Tirso de Molina y Zerolo) recientemente por su olvido de la mayoría de barrios: “Almeida ve Madrid como un mero escaparate, frente a la idea de un Madrid habitable y vivible, de una ciudad para sus vecinas y vecinos”.

“En el centro se gastan para cualquier detalle, muchas veces inútiles, el presupuesto que aquí serviría para arreglar la parcela y convertirla en una plaza en condiciones”, opina Javier. Y apostilla que con Carmena “al menos había un proyecto”, aunque a nivel particular no le convenciesen todos sus pormenores: “Eché en falta una fuente, con cada vez más meses de calor es algo vital. Recuerdo que fue una cosa en la que reparó la hija de una vecina, una niña de apenas siete u ocho añitos. Por aquel entonces, claro, ahora será una adolescente que sigue viendo la plaza igual de inexistente que siempre”.