Vuelven los semáforos a la A-5: el Ayuntamiento de Madrid habilita un cruce peatonal ante el corte de los túneles

Este viernes se encienden otra vez dos semáforos en la autovía de Extremadura, seis años después de que el actual Gobierno apagara los que había colocado Manuela Carmena. Su objetivo es muy diferente, pero la imagen es la misma: la entrada y salida de Madrid pasa a estar regulada por el disco rojo.

El nuevo paso peatonal llega para facilitar el paso de peatones en las inmediaciones del cruce con la calle Villagarcía, ya que el paso a pie de uno a otro lado de la autovía se ha visto dificultado por las obras y por los sucesivos cierres de los pasos subterráneos que operaban hasta el momento.

Según el Ayuntamiento, que califica de “inteligente” el funcioamiento del nuevo cruce, este paso aprovecha la regulación semafórica existente en el enlace de Batán, donde ya se controlan los movimientos de los vehículos. La fase peatonal se integrará en este sistema semafórico, optimizando la gestión del tráfico y reforzando la seguridad de los peatones “sin afectar significativamente a la circulación”.

Con el paso el área de Movilidad espera reforzar las conexiones peatonales entre ambos márgenes de la A-5, facilitando el acceso directo entre los barrios de Batán, Lucero y Campamento, además de mejorar la comunicación con zonas verdes, paradas de transporte público, centros educativos y equipamientos municipales situados en el entorno.

El apellido “inteligente” viene por las cámaras manejadas por IA que detectan y cuantifican el número de peatones. El sistema adaptará los tiempos de espera de peatones y vehículos a la demanda de uso del cruce, por ejemplo, reduciendo el tiempo de espera de los peatones cuando sea necesario. También se reforzará la iluminación en el punto de cruce para mejorar la visibilidad de los peatones.

El sistema semafórico es muy diferente al que planteó el Gobierno de Carmena en febrero del año 2019. Entonces tenía el objetivo de rebajar la velocidad y el número de vehículos, como fase previa a una actuación urbanística que no se llegó a ejecutar por el cambio en Cibeles. A su llegada al poder, el alcalde Almeida apagó los semáforos, que solo llegaron a durar cuatro meses.

La alternativa urbanística, el proyecto de Paseo Verde del Suroeste, llegó mucho más tarde, en el segundo mandato del alcalde. Está previsto que las obras de construcción de los túneles estén acabadas para el año 2027.