Vox accede a negociar con Almeida las cuentas municipales para evitar un pacto con Recupera Madrid

Carmen Moraga

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Vox ha cedido, como muchos esperaban. Después de mantener en vilo al alcalde durante varias semanas, lanzándole un sinfin de acusaciones y reproches y negándose incluso a cogerle el teléfono, Javier Ortega Smith daba este martes oxígeno a José Luis Martinez-Almeida y anunciaba que está dispuesto a sentarse a negociar los presupuestos municipales, justo cuando se iniciaba la cuenta atrás para tener que prorrogar las cuentas actuales a partir del próximo 1 de enero. La decisión del alcalde de prorrogar 48 horas los plazos para la presentación de enmiendas, noticia que fue desvelada a primera hora de la mañana por los cuatro ediles del grupo mixto, y el hecho de que estos anunciaran en su comparecencia que “por primera vez el Gobierno de Almeida se abre a negociar los presupuestos dejando a un lado a Vox” hicieron reaccionar al portavoz de extrema derecha. Esa misma mañana enviaba un correo electrónico al regidor para cerrar una cita con él para el próximo jueves.

Según desvelaron a primera hora de la mañana los cuatro disidentes de Más Madrid que integran ahora el grupo mixto –a los que Ortega Smith llama el grupo Comumixto– “hubo una llamada del Gobierno” para adelantarles que se prorrogaban los plazos e invitarles a explorar las posibilidades de llegar a un acuerdo, sin Vox. La portavoz de ese grupo, Marta Higueras, había vuelto a mostrar el lunes su disposición al diálogo pero amenazando con una enmienda a la totalidad, un último cartucho que se reservan a modo de presión. A Almeida esa amenaza no le sentó bien, pero aun así ha preferido dar una nueva tregua y, de paso, la oportunidad a Vox para que recapacite.

Las ruedas de prensa de los demás portavoces para explicar sus enmiendas ya estaban en marcha cuando conocieron que se daban esas 48 horas más de plazo, dado que el periodo para registrar esas iniciativas finalizaba este martes a las 14 horas. Ese margen hasta el jueves a esa misma hora abre ahora la puerta a que el partido de extrema derecha ponga encima de la mesa sus condiciones para aprobar los nuevos presupuestos municipales. Para tratar de limar asperezas, Almeida había ofrecido previamente a Ortega Smith mantener una reunión este mismo martes, pero “por cuestiones de agenda” no pudo ser y tras el correo de Ortega Smith al alcalde esta se ha fijado para el jueves.

Respuesta del alcalde y advertencia de sus “líneas rojas”

Poco después de su ofrecimiento, el regidor madrileño se mostraba esperanzado de ver por fin algo de luz al final del túnel y afirmaba que “Vox tiene en su mano en estas 48 horas adicionales para decirle a los madrileños que está dispuesto a negociar”. “Tiene que decir si para él prima el interés partidista o el interés general de los madrileños. Tiene que aclarar si quiere hacer política útil o política de tierra quemada”, aseguraba con un mensaje que ha venido reiterando todos estos días ante la cerrazón de Ortega Smith a ese pacto. “Que les vaya bonito”, llegó a decirles.

Almeida a la vez advertía a los cuatro ediles de Recupera Madrid de que “no se negocia con la amenaza de una enmienda a la totalidad, eso no es forma. No se puede decir que 'o se hace lo que yo quiero o te presentamos una enmienda a la totalidad'”, lamentaba. Por otro lado, el regidor dejaba claro tanto a estos cuatro ediles que se han ofrecido a ser el “comodín antiVox” como al PSOE de Mar Espinar, grupo que esta vez se ha mostrado más conciliador con el Gobierno sin presentar enmienda a la totalidad, que el equipo de Gobierno va a mantener como “línea roja” tanto “las ordenanzas fiscales como las rebajas de impuestos”, dos medidas que para él “son intocables”. Finalmente, invitaba a toda la oposición a volver “a la cordura”: “Esto no va de cordones sanitarios. Las únicas motivaciones que les deben llevar es estar a la altura de los madrileños”, zanjaba.

Una sucesión de ruedas de prensa

La mañana del martes fue una sucesión de declaraciones. Por parte de Recupera Madrid, Marta Higueras se alegraba de que el alcalde recogiera la mano de su grupo mientras el concejal Luis Cueto aclaraba: “No sabemos si la acabaremos presentando, aunque una enmienda a la totalidad no significa un boicot sino un deseo de trabajar más a fondo. No era por fastidiar al Gobierno ni mucho menos a los madrileños”. Entre sus condiciones citó que se “rebaje mucho más de lo que el Gobierno plantea los impuestos a las personas que menos tienen y que durante muchísimos años han sufrido la subida del 'catastrazo' de Alberto Ruiz-Gallardón”, concretando que se refería “a aquellas personas que tienen una casa o inmuebles valorados en menos de 300.000 euros”.

Los socialistas, por su parte, iban en otra dirección y aseguraban que no habían presentado una enmienda a la totalidad como gesto de buena voluntad pero anunciaban 207 parciales a las cuentas “que movilizan 252 millones de euros y otras cuatro enmiendas a ordenanzas fiscales, tres al IBI y otras tres al Impuesto de Actividades Económicas (IAE): ”Queremos revertir esa bajada generalizada de impuestos“, señaló Mar Espinar, mientras la concejala de Hacienda del grupo, Enma López, resumía en Twitter sus propuestas:

Más Madrid, en las antípodas de Almeida y su Gobierno

El único grupo que materializaba su rechazo total a las cuentas con la presentación de una enmienda a la totalidad ha sido Más Madrid, cuya portavoz, Rita Maestre, que lidera la oposición en el Ayuntamiento de Madrid, justificaba su decisión asegurando que “son unos presupuestos que no cuadran, no contienen un solo proyecto nuevo y son la prueba de un mandato fallido, sin ideas ni modelo de ciudad”.

Maestre y el concejal de su grupo Miguel Montejo registraban, además, 200 enmiendas parciales por más de 208 millones de euros “para paliar la brecha que ya separa a Madrid del resto de ciudades europeas”. Según explicaron, son “enmiendas que recuperan derechos, que apoyan a los jóvenes, a las pymes, a las familias y la infancia, que ponen el foco en un Madrid más verde y saludable y en el cuidado de la salud mental”.  

La portavoz de Más Madrid explicó previamente que el equipo de Gobierno “jamás” se había puesto en contacto con su grupo “para esa negociación”, y opinó que la prórroga para presentar enmiendas, a su juicio, “demuestra la debilidad y la fragilidad de un Gobierno que no tiene rumbo ni dirección y que está al albur de la ocurrencia del primero que pase y se ponga delante de un micrófono”. “No es una forma seria de gobernar Madrid”, sentenció Maestre, que criticó al alcalde por pasar “más tiempo siendo portavoz de su partido hablando de la cena navideña del PP”, en referencia a la nueva batalla que libra Isabel Díaz Ayuso con Génova.