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Retiradas cinco cruces laureadas de San Fernando en edificios del Gobierno de Navarra por “ensalzar la violencia”

Salón de Plenos del Palacio de Navarra, sin laureadas en el artesonado.

Miguel M. Ariztegi

El Gobierno de Navarra ha elegido precisamente el 20 de noviembre, cuando se cumplen 43 años de la muerte del dictador Francisco Franco, para dar a conocer la reciente retirada de la Cruz Laureada de San Fernando de cinco escudos situados tanto en el Salón de Sesiones del Palacio de Navarra como en las dependencias de la Hacienda Foral.

El Instituto Navarro de la Memoria y el propio Gobierno foral continúan así con sus políticas públicas de memoria y avanzan en el cumplimiento de la Ley Foral de Símbolos y de la Ley Foral de Memoria Histórica, que establecen la retirada y sustitución de la simbología del régimen franquista.

Con este fin, el Gobierno de Navarra aplica desde 2016, en colaboración con la Federación Navarra de Municipios y Concejos y entidades locales, un Programa que pretende “la democratización del espacio público y la eliminación de simbología que recuerde y ensalce la violencia”.

Francisco Franco concedió en 1937, en plena Guerra Civil, la más alta distinción militar a Navarra, la Cruz Laureada de San Fernando, para homenajear y reconocer a los voluntarios navarros que apoyaron el golpe militar de 1936. Las ahora retiradas estaban situadas en el artesonado de madera del Salón de Sesiones y en una vidriera del edificio de Hacienda y Política Financiera. El Ejecutivo ya había retirado una más visible, situada en la fachada del Palacio de Navarra, en verano de 2016.

Pero como casi todos los debates sobre simbología, los antecedentes se remontan a mucho tiempo atrás. Con la llegada de la democracia, se generó una fuerte polémica entre los partidarios y detractores de la permanencia de esta condecoración en la simbología de la Comunidad. El Parlamento Foral que surgió de las elecciones de 1979, en sesión celebrada el 26 de octubre de 1981, aprobó una norma en la que se definió el escudo oficial de Navarra sin hacer referencia alguna a la Cruz Laureada de San Fernando. Definición que después se traspuso íntegramente en la Ley Orgánica 13/1982 de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra. Entonces se suscitó el debate de si Navarra podía unilateralmente renunciar a esa condecoración.

El asunto llegó hasta el Consejo de Estado y, ante él, la Comisión Permanente del Parlamento Foral de Navarra, presidido por Víctor Manuel Arbeloa, presentó sus alegaciones el día 2 de agosto de 1982. En ellas, la Cámara foral explicaba que lo que había hecho era definir el escudo oficial de Navarra sin hacer referencia alguna a la Cruz Laureada de San Fernando al tiempo que dejaba muy claro que “Navarra sigue ostentando dicha condecoración aun cuando no figure en su escudo”. Así lo entendió, también, el alto órgano consultivo que, en un Dictamen, de 4 de noviembre de 1982, señaló que el Amejoramiento del Fuero no afectaba “al hecho indudable de que Navarra continúa ostentando la Cruz Laureada de San Fernando”.

Fue en diciembre del año 2012, cuando el Parlamento de Navarra renunció formalmente a la condecoración de la Cruz Laureada de San Fernando con los votos a favor de PSN, NaBai, Bildu, Izquierda-Ezquerra y Geroa-Bai y la abstención de UPN. El ministro Pedro Morenés contestó en 2013 a un diputado de la izquierda abertzale que la concesión de la Laureada fue una decisión administrativa que había prescrito, por lo que no era necesario derogar nada.

Con todo, el uso del escudo de Navarra como emblema heráldico se remonta a mediados del siglo XII, cuando el rey Sancho XI de Navarra (1150-1194) adoptó la moda heráldica entonces en boga. Durante la Edad Media, el escudo solía detallarse con un blocado o refuerzo, que con el tiempo, ya en la Época Moderna, derivó en la figura de las cadenas de Navarra, que se impuso como símbolo en recuerdo de la batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Además de en el escudo de Navarra, aparecen en el escudo nacional de España y en el departamento francés de los Pirineos Atlánticos, en representación de la Baja Navarra. Curiosamente, el Gobierno vasco se vio obligado a retirar en 1986 de su escudo las cadenas de Navarra por una sentencia del Tribunal Constitucional. Desde entonces, en su lugar, aparece un fondo rojo, en recuerdo del cuarto territorio, que algún día podría volver a serlo en caso de activar la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución española de 1978… pero ese es otro tema.

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