En la primera mitad del siglo XX se teorizó sobre el “pensamiento de sistemas”, una manera de relacionar hechos y observaciones de elementos dispares cuya vinculación podría pasar desapercibida. Algo ocurría aquí que no solo tenía relación con un resultado inmediato, sino también con otro acontecimiento en un punto distante del sistema.
Pero en realidad este pensamiento existía desde bastante antes, como atestigua ese antiguo proverbio chino que dice: “Una mariposa agita sus alas en Brasil y la nieve aísla Tresviso”. El aislamiento de Tresviso ocurrió el pasado febrero y duró un mes, con grandes molestias para sus habitantes y considerable gasto público para hacerles llegar alimentos y medicinas por helicóptero.
Pensando en sistemas, podríamos mirar de ver cómo restituir al erario público el desembolso ocasionado. Lo más evidente es reclamarle el costo a la causante del desaguisado: la mariposa brasileña. Pero un poco de reflexión nos muestra pronto lo poco práctico de una iniciativa así: conociendo el ciclo de vida de las mariposas es casi seguro que la agitadora haya muerto mucho antes de que la nieve empezara a caer en Tresviso. Por otro lado, es probable que su fallecimiento ocurriera en la más absoluta pobreza, como es habitual en su especie, por lo que ni queriendo reparar el daño hubiera podido hacerlo.
Pero el mundo es grande, y el pensamiento de sistemas nos enseña a buscar en más sitios que los evidentes. Justamente la mala noticia de la nieve en Tresviso fue una buena noticia en el Pirineo, donde la misma nieve en vez de aislar a nadie atrajo a muchos visitantes a practicar el esquí. Entre ellos estaba en aquel momento Luis Bárcenas, a quien sus amigos apodan cariñosamente El Cabrón, recién salido de la cárcel. Y precisamente este señor ha sido miembro del Senado de España representando a Tresviso.
Es cierto que entre las cosas de las que puede acusarse a Luis Bárcenas no se encuentra en modo alguno la de aislar a Tresviso mediante la nieve, ya hemos dicho que fue una mariposa agitadora quien lo hizo. Pero, dado que él se benefició de la nevada, ¿no podríamos reclamarle el coste de reparar el daño que la misma nieve causó al pueblo que representaba?
No sé si una iniciativa así tiene posibilidades de prosperar, porque me da a mí que nuestras autoridades tienen mucha simpatía por el sistema, pero muy poca por el pensamiento. De hecho, creo que a quienes defienden que se intente recuperar el dinero que se han llevado unos cuantos (con frecuencia para esquiar, cuando aquí no era temporada tenían que ir hasta Suiza para practicar su deporte favorito) nuestras autoridades les califican, precisamente, de antisistema.
¿Qué dice usted? ¿Que Luis El Cabrón no era senador por Tresviso, sino por Cantabria? Bueno, eso es decir Tresviso y 101 municipios más. Y no hay por qué empezar con programas de máximos: lo más difícil es conseguir que se entienda que se puede recuperar el dinero con que algunos arramblan. Esto ya sería una victoria notable, porque nunca hemos visto devolver un euro, y seguimos admirados observando cómo a los pocos acusados de arramblar con la riqueza pública se les deja en libertad durante la investigación para que tengan oportunidad de llevársela más lejos, de Andorra a alguna isla distante, por ejemplo. Si consiguiéramos esto, el resto de Cantabria también saldría beneficiada porque, como dice otro conocido proverbio chino, “quien hace un cesto, hace 101”.
Sobre este blog
Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
