“El sistema nos obliga a ser iguales y la distinción parece que asusta”

María Adánez (Madrid, 1976), conocida por sus papeles en las series cómicas 'Pepa y Pepe', 'Aquí no hay quien viva' o 'La que se avecina', aterriza en Santander este fin de semana con una obra de teatro que trata un tema de máxima prioridad en los colegios y para los padres de este país: el acoso escolar. La obra, bautizada como 'El pequeño poni', está basada en un caso real que aconteció en Estados Unidos y está escrita por Paco Bezerra y dirigida por Luis Luque. En ella, la actriz madrileña interpreta a Irene, la madre del menor acosado. Roberto Enríquez completa el reparto de un trabajo que se representará en el Palacio de Festivales este viernes y sábado a partir de las 20.30 horas.

Llega a Cantabria con 'El pequeño poni' donde se aborda un tema tan serio como el acoso infantil. En la obra interpreta a la madre del niño que sufre 'bullying'. ¿Cómo se interioriza la lucha del personaje por la dignidad de su hijo?

Ha sido muy fácil meterse en la piel de Irene, porque solo hacía falta dejarse llevar por un texto escrito con mucha contundencia y muchísima fuerza. Por eso nos motivó mucho a todo el equipo hacer esta función, que está escrita maravillosamente por Paco Bezerra. Es un personaje muy bonito, porque es una madre en conflicto entre lo que es su hijo y lo que ella quiere que sea, pero abogando por su seguridad, porque el niño está sufriendo cada vez más abusos y a ella le preocupa que le maten.

El público debe de tomarse muy en serio la función. ¿Qué ven en sus caras?

Sí, claro. Es una función dura, aunque respira en muchos momentos, y el público lo recibe como tal. Pero a su vez, creo que es muy necesaria. La gente que la ha visto nos dice que tiene que venir todo el mundo: los colegios, los niños, las madres, los padres... Es muy interesante en este sentido, porque yo creo que en esta problemática no hay ni buenos ni malos, sino que todas las personas somos responsables.

¿Qué lecciones transmite la obra que a día de hoy no hemos interiorizado?

Creo que lo interesante es que la función no cierra puertas y abre muchas. Brinda al espectador mucha reflexión. Ni el padre es el bueno, ni la madre es la mala, ni viceversa. Yo creo que el público se identifica mucho por los sitios que van transitando los protagonistas. Lo entienden perfectamente. Hay una gran empatía con los dos personajes y ofrecemos una reflexión sobre la tolerancia, la educación y el respeto a todos, la aceptación al diferente. Vivimos en un sistema que nos obliga a ser iguales, nos quiere clonar, robotizar, que seamos todos iguales. Y la distinción, cuando existe, parece que que asusta, que hay un problema.

¿La obra ayuda a los padres y madres que puedan tener ese miedo?

Creo que sí. Nos da la reflexión de cómo abordar esos problemas cuando suceden y qué hacer con nuestros hijos, qué pasa si realmente les escuchamos o imponemos nuestra ideología por encima de ellos.

Desde 'Pepa y Pepe' hasta 'El pequeño poni' han sido muchos y muy diversos los personajes que ha interpretado. ¿Son todos esos papeles los que hacen adultos a los actores?

Claro. Evidentemente la experiencia de todos los personajes que llevas a cuestas es el resultado de lo que eres hoy mismo, pero como la vida, el conjunto de todas las experiencias anteriores es lo que te define en la actualidad. En la interpretación igual, toda la experiencia que llevas acumulada, para bien y para mal, es lo que te define como actor en el momento actual.

¿Es mal momento para sacar adelante obras de teatro en España?

El teatro siempre es complicado, pero ganas y gente con muchísimo talento no falta. Creo que estamos rodeados de grandísimos dramaturgos, directores de escena... A pesar de los momentos difíciles, creo que hay una oleada de muchísimo talento.

Simultáneamente protagoniza otra obra de teatro titulada 'Insolación'. ¿Tiene algún otro proyecto a la vista?

Estamos poniendo todas las energías para adaptar bajo el prisma de Paco Bezerra una Lulú. Así que después de todo esto, creo que ese es el icono femenino en el que me voy a meter.