El Consejo de Europa confía en los progresos de España contra la corrupción

El Grupo de Estados contra la Corrupción (Greco) recordó hoy que España todavía tiene lagunas en su dispositivo anticorrupción, aunque mostró su confianza en que habrá mejoras de cara al informe de conformidad que publicará a principios de 2019.

“Espero que se produzcan nuevos progresos en la evaluación de España respecto a hace un año”, aseguró el secretario ejecutivo del Greco, Gianluca Esposito, quien subrayó que, “desgraciadamente, hay asuntos pendientes que se tienen que solucionar”.

Esposito se refirió a la adopción de un código de conducta parlamentario, la creación de un sistema que verifique las declaraciones de bienes, y la transparencia en la comunicación entre el fiscal general del Estado y el Gobierno, detallados ya en su informe del pasado 3 de enero.

Además, está pendiente un cambio legislativo para que los parlamentarios no participen en la elección de los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

A día de hoy, España no ha alcanzado la conformidad en el cuarto ciclo de evaluación del Greco, relativo a la prevención de la corrupción entre parlamentarios, jueces y fiscales.

Otros ocho países tampoco lo han superado: Luxemburgo, Bélgica, Irlanda, Hungría, Serbia, Turquía, Rumanía y Portugal.

Hace dos años, Francia estaba en una situación similar, pero las reformas emprendidas durante el final del mandato de François Hollande y el inicio del de Emmanuel Macron “han certificado la conformidad con las recomendaciones del Greco”.

Esposito hizo estas declaraciones durante la presentación del informe anual del Greco de 2017, un año en el que publicaron un total de 48 informes, uno de ellos sobre la integridad de los miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Para el presidente del Greco, el croata Marin Mrcela, 2017 fue un “año sombrío” para el combate contra la corrupción.

Así, lamentó “la tendencia a recurrir de manera excesiva” a medios represivos en esa lucha, “subestimando demasiado a menudo el poder y la eficacia de los mecanismos de prevención”.

Para el responsable del Greco, la corrupción es una “amenaza real y seria” que “quebranta nuestro sistema democrático, mina el Estado de derecho, compromete el ejercicio de los derechos humanos y obstaculiza el crecimiento económico y el desarrollo social”.

Entre las buenas prácticas detectadas por el Greco figuran el marco de integridad global del Congreso estadounidense, la transparencia del trabajo de las comisiones parlamentarias en Finlandia y la eficacia de la Agencia francesa anticorrupción.

El Greco está compuesto por los 47 Estados del Consejo de Europa, además de Bielorrusia y EEUU, y su objetivo principal es reforzar la capacidad de los países miembros en la lucha contra la corrupción.