Felipe González cree que una coalición PP-PSOE, que ahora sería “pequeña”, beneficiaría a Podemos y Ciudadanos

El expresidente del Gobierno Felipe González cree que la 'gran coalición' entre PP y PSOE de la que habló hace un año, para “irritación” de los suyos, ahora mismo es “imposible”. Primero, porque, en el actual escenario de cuatro fuerzas políticas, sería sólo una “pequeña coalición” y, segundo, porque cedería el carácter de alternativa de gobierno a Podemos o a Ciudadanos.

Así lo ha señalado el expresidente en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, en el que ha sido presentado por el ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, y al que han asistido varios miembros de la Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez, encabezados por su 'número dos', César Luena.

González ha sacado el asunto de la 'gran coalición' cuando se le ha preguntado por la situación en Andalucía y las perspectivas de pacto que tiene por delante la líder de los socialistas andaluces, Susana Díaz, con Podemos y Ciudadanos resistiéndose a facilitar su investidura.

El expresidente ha explicado que cuando le preguntaron sobre la posibilidad de importar a España el acuerdo de gobierno en Alemania, “se podía hablar de gran coalición”. Es más, ha defendido que “los partidos están al servicio de los intereses generales de la sociedad y son instrumentales para que estos intereses generales puedan ser defendidos si fuera necesario”.

Pero ahora, ha dicho, no lo ve: no cree posible esa gran coalición y “mucho menos probable”. “En el momento que estamos hablando, PP y PSOE juntos ya no son una gran coalición, es una coalición, que yo creo que es imposible, pero ya no es una gran coalición en el escenario de cuatro que tenemos”, ha explicado.

Además, González ha avisado de que este acuerdo vendría a “definir por exclusión la alternativa a esa coalición, fuera de la coalición”. En su opinión, si hubiera un acuerdo entre PP y PSOE, el segundo quedaría anulado, porque aunque estuviera a un solo punto de distancia del primero, vendría a “ceder el carácter de alternativa a Podemos o a Ciudadanos”. “A ver quién se mete en esa aventura”, ha avisado.

Por eso, ha alertado contra los que piensen que con un acuerdo así se salvaría el bipartidismo y se evitaría la pujanza de las nuevas fuerzas políticas. “No hagamos la estupidez ciega de pensar que prietas las filas vamos a evitarlo, al contrario”, ha advertido.

En cualquier caso, el expresidente del Gobierno ha hecho hincapié en que en el nuevo escenario político va a haber que “aprender a dialogar y pactar”, porque España “necesita reformas muy, muy serias”.

En su opinión, la crisis económica va a “durar” pero es que la crisis institucional “está intacta”. “Aquí lo único que ha cambiado es el viejo rey por un nuevo rey”, ha afirmado, para después admitir que le produce “verdaderamente pánico” que algunos no lo quieran ver, porque van a quedar arrastrados por las circunstancias mientras crecen “las posiciones liquidacionistas”.

Volviendo a Andalucía, González ha reconocido que es difícil pedir a Podemos y Ciudadanos que pierdan la “virginidad”, aunque ha defendido la necesidad de desbloquear la situación para que los socialistas puedan gobernar.

Además, ha afirmado que no considera que la presidenta de la Junta de Andalucía cometiera un error adelantando las elecciones, porque “hay que arriesgar” y ha obtenido “un triunfo electoral considerable”.

PEDRO SÁNCHEZ TIENE VIRTUDES PARA SER PRESIDENTE

Por lo que se refiere a la situación interna de su partido, González ha vuelto a expresar su respaldo al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a quien ve virtudes para ser presidente del Gobierno. “Yo creo que sí --ha dicho cuando se le ha preguntado expresamente--, y comparado con quién, creo más todavía que sí”.

Asimismo, ha asegurado que no cree que su expresión de respaldo al líder de los socialistas sea diferente al que ha hecho la secreteria general del PSOE en Andalucía, aunque “con distinto énfasis”.

González ha añadido además que este apoyo no es sólo cultura de partido, sino que es “cultura democrática”. “Si uno pierde una votación y se queda en minoría tiene que respetar a la mayoría y apoyarla y no considerar la pérdida como la primera vuelta de lo que va a ganar en la segunda que exige ya. Es una broma”, ha remachado, insistiendo en que hay que “tomarse en serio las cosas” y “darle estabilidad” y “oportunidad” a los que han ganado.

Así, y preguntado por si cree que habría que hacer primarias a dos vueltas, ha defendido que le parece mucho más importante “empoderar a los ciudadanos” reformando las leyes electorales para que sean ellos los que elijan a los candidatos, pero “de verdad”, con listas desbloqueadas.

Las primarias, ha dicho, está bien hacerlas, aunque ya se conoce su posición “histórica”, pero lo que le gustaría es que las hubiera por una ley que las regulara “para todos”. Porque en el PP, ha dicho, no es que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se haya propuesto como candidato, es que se ha “designado”.

Dicho esto, ha asegurado que no dirá sus preferencias cuando haya primarias en su partido, porque no quiere “perjudicar” a nadie. “Estoy harto de perder y quedarme en minoría y no me importa”, ha dicho.