Londres espera las mismas garantías para los británicos que viven en España

El Reino Unido espera que el Gobierno español dé garantías de que respetará los derechos de los ciudadanos británicos que viven en España, las mismas que Londres ha dado ya sin esperar al resultado de las difíciles negociaciones sobre su salida de la Unión Europea.

“Esperamos que el Gobierno español pueda dar una garantía como la que hemos dado nosotros”, ha declarado hoy el embajador británico en España, Simon Manley, en un encuentro con periodistas.

Manley ha recordado que la primera ministra, Theresa May, prometió, tras la cumbre europea celebrada hace un mes en Salzburgo (Austria), que garantizaría los derechos de los europeos residentes en el Reino Unido “haya o no un acuerdo” sobre el Brexit.

“En cualquier caso garantizamos sus derechos, porque queremos que estos 180.000 españoles” y los millones de europeos que viven actualmente en el Reino Unido “se queden”, ha recalcado el embajador. “Estamos muy orgullosos de su contribución”.

Y ha apuntado: “Sé por mis conversaciones con el Gobierno español que su objetivo, como el nuestro, es tranquilizar a los ciudadanos británicos aquí para que se queden”.

“Agradecemos al Gobierno español y a las Comunidades Autónomas este compromiso con nuestros ciudadanos”, ha añadido del diplomático.

En su opinión, se han registrado “grandes avances en las últimas semanas tanto en el acuerdo de retirada (del Reino Unido de la UE) como en la declaración política” que deberá enmarcar la futura relación.

Respecto a las condiciones particulares de la salida del territorio de Gibraltar, que el Reino Unido negocia separadamente con España, también se han registrado, a su juicio, “avances importantes, con conversaciones positivas”.

“Lo más importante de todo, como siempre, son los ciudadanos; hay 8.000 españoles que trabajan cada día en Gibraltar. Proteger sus derechos da más certidumbre a los ciudadanos de toda la zona, no solo de Gibraltar, sino también del Campo, para promover el desarrollo económico de toda la zona y la seguridad”.

En términos generales, el embajador ha transmitido “un mensaje de tranquilidad y confianza” en la posibilidad de que se logre un acuerdo sobre el Brexit “a pesar de todo el ruido en la prensa británica”.

Ha reconocido, no obstante, las grandes dificultades que subsisten para resolver el problema de las consecuencias del Brexit para la frontera irlandesa.

Lo que está claro, ha enfatizado, es que “nadie, ni nuestro gobierno, ni el gobierno irlandés, quiere volver al pasado”.

Ha recordado que llegó a haber 300 puestos fronterizos entre la provincia del Ulster y la república de Irlanda, y durante los años del conflicto Londres tuvo que desplazar a casi 30.000 soldados para proteger esos puestos y evitar los enfrentamientos.

La situación allí todavía es “frágil y peligrosa” y la solución “no es fácil”, ha reconocido, pero todo los involucrados “están comprometidos con el objetivo de conservar el acuerdo de paz del Viernes Santo”.

Respecto a la relación futura que el Reino Unido tendrá con la UE, una vez que se consume el Brexit, el embajador ha asegurado que deberá ser “especial”, distinta a todo lo que existe.

Porque “somos un estado miembro de la UE, y seremos un antiguo estado miembro, y nuestro punto de salida va a ser una conformidad total con las normas de la Unión Europea”.

“No somos ni Canadá, ni Corea del Sur ni Japón”, ha advertido. “Tenemos los vínculos (con la UE) más importantes que cualquier país tercero del mundo, y nos enfrentamos a las mismas amenazas”.