El Pentágono enviará armamento ligero a Irak para luchar contra Al Qaeda

Estados Unidos prepara el envío de un cargamento de rifles de asalto y munición al gobierno iraquí para ayudarle a hacer frente a la creciente amenaza de grupos islamistas radicales vinculados a Al Qaeda, según informaron a Efe fuentes del Pentágono.

Las mismas fuentes indicaron que la ayuda podría ampliarse, ya que se están produciendo conversaciones con las autoridades iraquíes del gobierno de Nuri al Maliki para dar respuesta “a las necesidades de seguridad” de Bagdad.

Como un primer envío de ayuda, Washington está canalizando la entrega en las próximas semanas de “varios miles” de rifles M-4 y M-16, así como munición para las fuerzas armadas iraquíes, que cada vez se enfrentan con mayores dificultades a grupos extremistas suníes vinculados a Al Qaeda.

“Desde 2005 hemos provisto a Irak de más de 14.000 millones de dólares en equipamiento y entrenamiento a través de nuestro programa de venta militar, y continuaremos ofreciendo un gran abanico de opciones de seguridad, contraterrorismo y ayuda al combate para que el país pueda hacer frente a sus importantes desafíos en seguridad”, indicó el coronel William Speaks, uno de los portavoces del Pentágono.

Fuentes de Defensa no descartan la posibilidad de dar entrenamiento a las fuerzas iraquíes en Jordania, al tiempo que continúa el proceso para autorizar la venta de un centenar de misiles Hellfire, algo que requiere la autorización del Congreso de Estados Unidos.

En una reciente entrevista con el diario The Washington Post, Al Maliki reiteró que esperan que Washington siga dotándoles de estos misiles, esenciales para poner en jaque a las milicias vinculadas con Al Qaeda desde el aire.

Otro de los envíos que podría pronto ser autorizado es el de aviones no tripulados, o “drones”, de pequeño tamaño, para vigilancia en amplias zonas del desierto, donde esas milicias hostiles pueden reagruparse con el objetivo de actuar contra posiciones del gobierno de Bagdad.

Grupos extremistas vinculados a Al Qaeda han incrementado su fuerza desde el inicio de la guerra civil en Siria y han extendido su influencia al vecino Irak, donde han llegado a controlar la ciudad de Faluya.

Helicópteros y artillería iraquíes han bombardeado posiciones rebeldes sin conseguir someter a las milicias islamistas, algo que pone en duda la capacidad de Irak para hacer frente a las nuevas amenazas después de la salida de las tropas estadounidense a finales de 2011.