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Feijóo rechaza la reforma de las pensiones antes de leerla

Aitor Riveiro

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No a todo. Es la tesis que anida en la planta noble del número 13 de la calle de Génova, en Madrid, donde tiene su despacho el presidente del PP. Se trata de una estrategia que abonó Pablo Casado y que no ha cambiado Alberto Núñez Feijóo, quien va a cumplir un año al frente de la derecha española. El dirigente gallego, que gusta presumir de visión de Estado, de pactismo y de pertenecer al partido que ha construido Europa, se ha situado frente a la reforma de las pensiones pactada por el Gobierno con Bruselas. Y eso que, como reconoce él mismo, no ha visto un solo papel del decreto ley que prepara el ministro del ramo, José Luis Escrivá. Ante la duda, el PP responde “no”.

Feijóo marcó la posición del PP este lunes en un discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido. Y se puso la venda antes de la herida al asegurar que la suya no es una oposición que niegue por norma el respaldo al Gobierno. Para ello puso como ejemplo el reciente apoyo del PP al PSOE en la admisión a trámite de la reforma de la ley del 'solo sí es sí'.

“La apoyamos a ciegas, sin ni siquiera una llamada de cortesía”, se lamentó Feijóo ante la supuesta plana mayor del PP, este lunes con ausencias muy destacadas como las de Isabel Díaz Ayuso, Juan Manuel Moreno o Alfonso Rueda, entre otros. “Lo mínimo es darnos las gracias”, se lamentó Feijóo.

Inmediatamente, el líder del PP aseguró que su partido está “muy preocupado por el futuro y el presente de las pensiones” porque “millones de personas” las verán “en peligro” si no se hace “una reforma honesta, profunda, para garantizar la viabilidad y sostenibilidad de hoy, mañana y de siempre del sistema”.

Esa “reforma honesta” no es la que perfila el ministro del ramo, José Luis Escrivá, de acuerdo con la Comisión Europea, según las declaraciones de los dirigentes de la derecha española. De esa reforma, a diferencia de la del 'solo sí es sí', el PP no quiere saber nada. “No nos hacemos cargo del fondo de la reforma”, anunció. “Nadie nos la ha explicado”, apuntó. “Deberían de intentar el consenso”, concluyó.

Feijóo se quejaba así de que el Gobierno no haya compartido la reforma con el PP antes de presentarle las líneas generales a la Comisión Europea, que le ha dado su visto bueno. Y, aún así, el rechazo del líder de los populares es frontal porque, en su opinión, “Pedro Sánchez quiere que todo el mundo pague para lo mismo”.

La línea ya la marcó la semana pasada el vicesecretario de Economía, Juan Bravo, quien calificó la propuesta de “nuevo impuesto al trabajo” por aumentar las cotizaciones sociales, tanto de empresas como de trabajadores. Además, la propuesta del Gobierno, que debe pasar el filtro del Congreso (vía Pacto de Toledo) destopa precisamente las aportaciones a la Seguridad Social de las rentas más altas, las que superan los 4.500 euros.

No es la primera vez que el PP se opone a una reforma de las pensiones de este Gobierno. Ya lo hizo el predecesor de Feijóo, Pablo Casado, quien presentó una enmienda a la totalidad al primer bloque de la primera reforma, pactada con sindicatos y empresarios en 2021, aunque solo consiguió el apoyo de Vox. Ya con el gallego al frente, el PP se posicionó contra la subida de las prestaciones en función del IPC, medida que ha terminando apoyando una vez que el Gobierno la ha aprobado.

Al lado de la patronal

“El Gobierno va en sentido contrario a lo que necesita el país”, dijo Feijóo. Mientras, “el PP está al servicio de los españoles”. Y ambos caminos se pueden encontrar siempre que Sánchez tenga a bien pactar con él. Si el Gobierno llama al PP, la reforma de las pensiones podría ser asumible con algunos cambios que no se han concretado.

El 'no' de Feijóo alinea al PP con la patronal en otro de los asuntos centrales de la economía de un país. Desde la quiebra entre el partido y la CEOE por la reforma laboral de Yolanda Díaz, que los empresarios apoyaron, la unidad de acción ha vuelto a instalarse entre dos aliados habituales. El líder del PP ya se puso del lado de la patronal para criticar la subida del SMI y pedir un incremento limitado. Este mismo mes, el gallego se ha puesto del lado de Ferrovial en su pugna con el Gobierno de coalición tras anunciar su cambio de residencia fiscal a Holanda.

“Frente a una coalición contra la nación, un partido de Estado”, apuntó Feijóo ante la dirección nacional del PP. Pero el máximo dirigente de la oposición ha vuelto a situarse no solo frente al Gobierno, sino también frente a una Comisión Europea no solo de mayoría conservadora y liberal, sino presidida por una destacada figura da la derecha alemana, Ursula Von der Leyen, quien se ha convertido desde 2020 en un quebradero de cabeza para sus pares españoles. Casado nunca logró su respaldo. Feijóo, a quien apenas ha enviado un vídeo de ánimo que se emitió durante una Interparlamentaria del partido donde había representantes del Parlamento Europeo, tampoco.