La fiscal rebaja a 20 meses su petición para la pianista que molestaba a su vecina

La fiscal ha rebajado hoy de siete años y medio a veinte meses su petición de pena para la pianista de Puigcerdà (Girona) denunciada por su vecina al considerar que todo el mundo tiene derecho “a ser dejado en paz”.

La fiscal argumenta su rebaja de petición de pena por el hecho de que no hubo una conducta obstruccionista por parte de la acusada y de sus padres -también acusados-, ya que intentaron adoptar medidas para paliar las molestias, y porque hubo una paralización de la causa por “dilaciones indebidas”.

En la Audiencia de Girona se ha celebrado esta semana el juicio contra Laia M. H., para quien la fiscal pedía, en un principio, seis años de prisión por un delito contra el medio ambiente por contaminación acústica y un año y medio por lesiones psíquicas.

En la última sesión del juicio, la fiscal Emma Ruiz ha rebajado su petición a dieciséis meses por contaminación acústica y otros cuatro por las lesiones psíquicas sufridas por la denunciante, una pena extensible a los padres de la pianista, que son considerados cooperadores necesarios.

La fiscal pide, además, una multa de 1.620 euros, una indemnización de más de 20.000 en concepto de responsabilidad civil y que se inhabilite a la acusada para ejercer cualquier profesión que tenga que ver con ese instrumento musical durante medio año.

La pianista, Laia M., que ahora tiene 28 años y 18 en el momento de la presentación de la denuncia, está acusada de un delito de contaminación acústica y otro de lesiones psíquicas, ya que la denunciante asegura sufrir secuelas por escuchar el instrumento durante cuarenta horas semanales a más decibelios de los que marca la ley.

La denunciante alega sufrir, a causa del sonido del piano, una alteración del sueño, nerviosismo, intranquilidad, desasosiego, ansiedad, episodios de pánico e, incluso, problemas de gestación en los últimos meses del embarazo de su segundo hijo, nacido en 2006.

La acusación particular, por su parte, ha rebajado su petición a cinco años y medio de cárcel, mientras que la defensa, ejercida por el letrado Marc Molins, reclama la absolución de Laia M.H.

En su informe final, la fiscal ha explicado que la demanda se ha planteado por la vía penal “por que ha superado el límite tolerable de convivencia social”.

Emma Ruiz ha detallado que la situación, que se alargó durante cuatro años, no supone que la acusada tocara “365 días al año, porque sería imposible, pero tampoco se puede decir que el piano haya sido algo ocasional”.

Los acusados no han querido hacer uso de su derecho a un último turno de uso de la palabra y el juicio ha quedado visto para sentencia.