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González Laya visita Marruecos tras varias decisiones unilaterales de Rabat

La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

EFE

Rabat —

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La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, es esperada mañana en Marruecos en la tradicional primera visita bilateral que realiza el jefe de la diplomacia española tras su nombramiento.

Aunque las relaciones entre Madrid y Rabat están en un nivel de excelencia desde hace una década -a juzgar por los calificativos empleados por todos los ministros españoles que visitan Marruecos- este año la visita de González Laya se produce después de varias decisiones tomadas por Marruecos de forma unilateral y que afectan a España.

De todas ellas, la cuestión más espinosa es la delimitación de las aguas territoriales y la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de 200 millas marinas por parte de Marruecos, que ha causado honda preocupación en las Islas Canarias porque supone un solapamiento con su propia ZEE, sin contar además la plataforma continental ampliada que se extiende otras 150 millas más adentro.

Ayer el ministro marroquí de Exteriores quiso lanzar un mensaje tranquilizador a su vecino del norte: dijo que su país “no tiene ninguna intención de imponer hechos consumados a España” sobre esa cuestión, pues este país es “más que un vecino, es un socio estratégico y un aliado de confianza”.

Palabras que la ministra González Laya tomó al vuelo para escribir inmediatamente en su cuenta de Twitter que “tal como hemos conversado con Marruecos en contactos estas última semanas, no habrá política de hechos consumados ni acciones unilaterales”.

El Ministerio español de Exteriores confirmó que el asunto de las aguas territoriales será uno de los temas que la ministra tratará mañana en Rabat, donde se verá con su homólogo Naser Burita y con el presidente del Gobierno, Saadedín Otmani.

La otra decisión tomada por Rabat de forma unilateral y sin previo aviso a España data de agosto de 2018, y es el cierre de su aduana comercial con la ciudad de Melilla, que supuso el fin del tránsito de contenedores de Melilla a Marruecos por vía terrestre, en una decisión que la diplomacia española reconoció que fue tomada de forma sorpresiva.

El gobierno español prefirió entonces tratar el tema a nivel puramente técnico y envió a Rabat a la Directora General de Aduanas, María Pilar Jurado, quien tras reunirse varias horas con su homólogo marroquí Nabil Lajdar dijo que habían acordado “trabajar conjuntamente” sobre la situación en Melilla.

Pero no hubo el menor cambio en Melilla y el propio Nabil Lajdar declaró la semana pasada a un diario marroquí que para él se trataba de una “prohibición de operaciones comerciales en Melilla” y que no tenía vuelta atrás.

En tercer lugar está la situación en la ciudad de Ceuta: allí no ha habido nunca una aduana, sino el tráfico informal o contrabando practicado por unas 6.000 personas, según las cifras del mismo Lajdar. Pues bien: ese tráfico ha sido interrumpido por Marruecos desde el pasado octubre sin que se haya anunciado oficialmente, una decisión también tomada de forma unilateral.

Consultadas por Efe, ninguna fuente marroquí ha querido decir que se trate de un cierre definitivo, pero no hay indicios de que la prohibición del contrabando vaya a levantarse.

En contraste con estas decisiones, la cooperación y coordinación de Marruecos con España en materia migratoria sigue su curso de forma óptima, como lo demuestran las cifras: según el Ministerio del Interior español, las entradas de inmigrantes irregulares a España (procedentes casi siempre de Marruecos) cayeron el año pasado en un 59 %.

La prueba más reciente se produjo el pasado domingo, cuando 400 subsaharianos trataron de saltar la valla que separa Marruecos de Ceuta y solo uno de ellos logró su objetivo, pues los agentes marroquíes se emplearon a fondo para impedírselo.

La valla que los emigrantes trataron de saltar está sembrada de concertinas en la parte marroquí; curiosamente, esas concertinas acaban de ser retiradas en la parte española de la valla, sin que se sepa si estas acciones han estado también coordinadas entre ambos países.

Javier Otazu

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