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Uno de los hermanos acusados del crimen del holandés admite que ocultó el cadáver

Uno de los hermanos acusados por crimen holandés admite que ocultó el cadáver

EFE

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Uno de los hermanos de Santoalla, acusados del crimen de Martin Verfondern, un vecino de nacionalidad holandesa residente en el municipio orensano de Petín, Julio R.G., ha reconocido hoy parcialmente su implicación en el crimen al admitir que ocultó el cadáver y que lo trasladó a un lugar de difícil acceso para evitar que fuese localizado.

En su comparecencia en la vista oral del juicio, que se celebra en la Audiencia provincial de Ourense con tribunal popular, el acusado ha asegurado que desconoce el autor del crimen y ha precisado que encontró “muerto” el cuerpo de Verfondern.

“Paré el coche, vi que no se movía y que estaba muerto. Pensé que había tenido un problema con alguien y no se me ocurrió otra cosa que quitarlo de allí”, ha dicho Julio, a quien la Fiscalía le atribuye ser coautor o encubridor de la muerte.

Su hermano Juan Carlos R.G., en prisión provisional hace tres años y medio, , estaba también en el lugar, según Julio, ya que ha confesado que ambos movieron el cuerpo “juntos” para depositarlo en la parte trasera del vehículo, pese a que en el Juzgado había asegurado que su hermano no estaba con él.

Durante su declaración ha relatado que en un momento vio cómo el vehículo de su vecino empezó a humear, por lo que se detuvo y que ocultó el cadáver para evitar que lo encontraran, tras justificar su postura en las malas relaciones de su familia con Verfondern.

Julio ha relatado que en ese momento decidió llevar el cuerpo a otra zona de difícil acceso y ocultarlo tapándolo con ramas, por temor a que pudiera haber sido víctima de algún miembro de su familia, y ha insistido en que no vio ni sangre ni marcas de disparos en el coche del holandés cuando lo encontró encendido cerca de Santoalla y que “cegado”, decidió ocultar lo ocurrido.

“Martin estaba tirado hacia un lado, lo toqué con la mano y estaba muerto”, ha asegurado.

Su hermano Juan Carlos, en prisión preventiva desde su confesión del crimen ante la Guardia Civil en diciembre de 2014, se acogió al derecho a no declarar.

Verfondern, de 52 años, desapareció en enero de 2010 y no fue hasta 2014 cuando agentes de la Guardia Civil a bordo de un helicóptero avistaron su coche y a menos de cien metros su cuerpo sin vida.

La Fiscalía, que ha pedido la exhibición de doce fragmentos de un documental grabado sobre este caso y que le ha sido denegado, pide 17 años de prisión para Juan Carlos, que tiene una discapacidad y para Julio, que quedaría exento de responsabilidad penal por ser su hermano, propone penas de 17 y 18 años de cárcel por coautor.

En opinión de la Fiscalía, la vida de Verfondern en Santoalla era comparable a la del “salvaje oeste” debido a las desavenencias con sus vecinos acerca de los terrenos de los montes comunales, algo que ha considerado clave porque suponía retirar a la familia “una importante fuente de financiación”.

Para la Fiscalía, los dos hermanos, bien de mutuo acuerdo o bien uno de ellos como encubridor, escondieron el vehículo del holandés “en un sitio idóneo” al que no iba nadie, a excepción de cazadores, situado a unos 18 kilómetros del pueblo, hecho que no dieron a conocer en toda la instrucción, que incluye hasta casi trescientas testificales y cuatro jueces de instrucción.

Por su parte, la defensa del principal acusado ha negado su implicación y se ha remitido a su discapacidad intelectual, equiparable a “la mente de un niño de 7 años”, atribuyendo su confesión ante la Guardia Civil al carácter “fantasioso”, por lo que ha restado importancia a que llevase en ocasiones una escopeta que “jamás estaba cargada”, ha enfatizado.

Además, ha subrayado que las desavenencias eran mutuas hasta el punto de que “Martín estaba obsesionado” con los montes comunales, que le llevaron incluso a enviar “cartas amenazantes” al alcalde de Petín.

En la misma línea, el abogado de Julio ha recalcado que “no existe ni una sola prueba” ni indicio de que alguien hubiese disparado contra Verfondern.

La vista oral debería proseguir mañana con la declaración de la viuda y única habitante de Santoalla, Margo Pool, y de los agentes que participaron en la investigación y el proceso podría finalizar el jueves, al renunciar la Fiscalía a varias pruebas, entre ellas la reconstrucción en el lugar del crimen.

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