El interrogatorio del abogado de Jordi Cuixart, Benet Salellas, hace aflorar otro relato de lo sucedido el 1-O en el instituto de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona). El agente que participó en el operativo y que ha descrito “violencia inusitada” y que se “masticaba rabia y odio” contra la Guardia Civil en el centro ha terminado por reconocer que el teniente que comandó el operativo está imputado. Escribe Oriol Solé.
Salellas le ha preguntado si vio cómo se producían lesiones a los 14 ciudadanos que estaban en el instituto y denunciaron a la Guardia Civil, si se advirtió del uso de la fuerza y si el uso de la porra fue “excesivo”. “No vi ninguna lesión, no pude ver si se advirtió y se hizo un uso totalmente proporcionado, congruente y oportuno” de la fuerza, ha respondido el agente. “Los que golpearon primero fueron las personas para impedir actuar a la Guardia Civil”. ha agregado.
Inmediatamente Salellas le ha recordado que la Audiencia de Barcelona ordenó imputar al teniente que comandó el dispositivo. “Sé que hay un agente imputado”, ha dicho el guardia.
En un duro auto, la Audiencia de Barcelona afeó la intervención policial en Sant Joan de Vilatorrada y reprochó a los agentes haber aporreado a los votantes, en algunos casos de forma “excesiva”, que se concentraban a las puertas del colegio sin previo aviso en vez de haberlos apartado uno a uno con las manos.