Un agente de la Guardia Civil herido en el dedo el 1-O en la intervención en el pueblo de Sant Iscle de Vallalta (Barcelona) explica que la lesión fue producida por los votantes. “No sé si fue con un paraguas, pero era algo rígido”, asegura. “Nos empujaban y nos insultaban, hacían resistencia activa”, dice en referencia a la actitud de los votantes. Lo cuenta Oriol Solé.