Inés Arrimadas apenas estuvo un cuarto de hora en Waterloo. Pero desde hacía rato estaba una furgoneta aparcada encima de la acera, pisando la pradera que hay frente a la casa de Carles Puigdemont: mal aparcada. Informa Andrés Gil.
Además, los vecinos, al ver la que se les venía encima, llamaron a la policía, que se presentó antes de que llegara Arrimadas y se marchó a toda prisa cuando terminó la concentración. Como señala el ayuntamiento en una nota informativa, se causó “alboroto, un domingo, sin ninguna necesidad legítima y perturbando la tranquilidad de los habitantes por la presencia de un grupo electrógeno en funcionamiento”.