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Pablo Iglesias, sobre las caceroladas frente a su casa: “El problema es que se sabe por dónde empieza, pero no por dónde acaba”

Unas 200 personas protagonizan una 'cacerolada' frente a la sede del PSOE en Ferraz para pedir la "dimisión" de Sánchez

Aitor Riveiro

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El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha defendido este martes la “legitimidad” de las caceroladas contra el Gobierno de coalición, que han llegado a la puerta de su casa y de la del ministro de Transportes, José Luis Ábalos. “A la política hay que venir llorado de casa”, ha señalado. Pero ha sostenido que el clima de crispación “es malo” y ha advertido de que, si ahora es gente “de derechas” la que se manifiesta, “mañana será gente de izquierdas manifestándose frente al apartamento de Ayuso, la casa de los Espinosa de los Montero o de Abascal”. “El problema es que se sabe por dónde empieza, pero no por dónde acaba”, ha zanjado.

En una entrevista en La Sexta, Iglesias ha sostenido que es necesario “proteger” el derecho de reunión y manifestación. “En contexto de crisis, que los políticos seamos objeto de críticas es legítimo”, ha señalado. El líder de Unidas Podemos ha asegurado que cuando él mismo defendía los escraches que se hacían contra dirigentes del PP en la crisis económica de hace una década, nunca defendió “que fueran a la casa de nadie”. “Pero hay que asumir que te puedan decir algo por la calle o en tu trabajo. Forma parte de la democracia”, ha concluido.

Iglesias sí ha reclamado calma en la situación actual. Sobre su situación personal, ha reiterado tener “ya una cierta costumbre de recibir presión y ataques”, pero ha asegurado que lo mismo “le puede ocurrir a otros dirigentes”. “ Me preocupa que esto se pueda generalizar”, ha dicho. Y ha añadido: “Si se generaliza y todo el mundo entiende que la forma de protestar es ir a casa de Ayuso, de Abascal, de Casado o de periodistas que son referentes de opinión, entraríamos en una deriva muy delicada. Yo no me voy a quejar, lo que venga tendrá que venir”.

Las protestas contra el Gobierno que se iniciaron en algunos de los barrios más ricos de Madrid se ha extendido a otras zonas. Además, han llegado a las residencias de algunos políticos. Primero, a la de Pablo Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero. Después, a la que utiliza en la capital el secretario de Organización del PSOE y ministro, José Luis Ábalos.

El partido de extrema derecha Vox ha alentado estas movilizaciones. Su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, ha asegurado este mismo martes en una entrevista en TVE que él mismo participa en ellas desde hace días. Vox, además, ha convocado una movilización el próximo 23 de mayo.

El propio Espinosa de los Monteros ha denunciado esta tarde a través de Twitter que el vicepresidente segundo ha “arengado a la gente” a que vaya “a manifestarse a la puerta” de su casa. “Le hago directamente responsable de cualquier incidente que pueda producirse. Y me refuerza la convicción de que es un inepto al que el cargo le viene grande”, ha escrito.

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