Podemos responde a Garzón que se presente a sus primarias
El llamamiento por la unidad popular lanzado el pasado viernes por el candidato de IU para las generales, Alberto Garzón, para poner en marcha un proceso de unidad popular que deje de lado las siglas de todos los partido que lo integren ha caído, de momento, en saco roto. Al menos en la dirección de Podemos. El secretario de Organización del partido que lidera Pablo Iglesias, Sergio Pascual, ha sido tajante en la rueda de prensa tras el Consejo de Coordinación de Podemos: “Los ciudadanos españoles podrán encontrar la papeleta de Podemos con su logo y su nombre en las elecciones de noviembre”.
Pascual ha reiterado la postura que Podemos sostiene desde Vistalegre y hasta las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Los resultados de esos comicios no han cambiado la percepción de la ejecutiva que preside Iglesias, pese al debate interno que se ha instalado en el partido. El secretario de Organización ha asegurado que Podemos tiene “una propuesta y un proyecto” y que tiene “la mano tendida” a aquellas “individualidades” que trabajan o han trabajado por el cambio.
Preguntado explícitamente por Alberto Garzón, Pascual ha señalado: “No sé si se querrá presentar a las primarias de otro partido”. Y ha añadido: “Si lo hace, serán los ciudadanos los que decidirán dónde lo ubican”.
Garzón ya aceptó el pasado viernes la posibilidad de no encabezar una candidatura de unidad popular. Eso sí, el secretario de Convergencia de IU rechazó concurrir bajo “el paraguas” de Podemos.
Las elecciones generales quedan relativamente lejos comparado con otros procesos inminentes, como las catalanas de septiembre. En este caso, Sergio Pascual ha admitido que Podemos se plantea fórmulas para un proceso de confluencia: “No es descartable que se pudiera visibilizar, sin ser suma de siglas, que Podemos ha acordado con otros”.
El partido que lidera Pablo Iglesias reconoce prácticamente desde sus orígenes la especial casuística de Cataluña, así como de las demás nacionalidades históricas como Galicia o País Vasco. En estos escenarios, Podemos se ve desbordado por elementos que no aparecen en el resto de España, sobre todo por el carácter nacionalista de las fuerzas rupturistas.
