“Vamos a cambiar un poco el guión”. Han sido las primeras palabras de la nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, al cierre del acto de entrega de premios con motivo del 25N, Día Internacional contra la Violencia Machista. La casualidad ha querido que la fecha de la ceremonia, organizada por el Ministerio de Igualdad saliente, coincida con la toma de posesión de la nueva titular de la cartera. Un acto de transición en el que estaban presente la nueva ministra y miembros del anterior equipo, entre ellos la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, a la que Redondo ha invitado a subir al escenario.
“No he querido leer un discurso que no he realizado yo. Este es un acto que reconoce el trabajo de un ministerio, el de Irene Montero, que ha trabajado mucho contra la violencia de género y, sobre todo, por la igualdad”, ha dicho la ministra, que ha insistido en un par de ocasiones en que “todas somos eslabones de una misma cadena, una cadena que no se rompe, que se refuerza, que cada día es más potente”.
Después de una tensa mañana, en la que Montero ha cargado con contundencia contra Pedro Sánchez por “echarnos del Gobierno”, en referencia a las ministras de Podemos, la tarde ha tenido un punto de encuentro. “Nos conocemos, hemos hecho la carrera juntas y hoy nos une este atril, esta lucha y este profundo reconocimiento y agradecimiento a las premiadas”, ha proseguido Redondo, profesora de Derecho Constitucional, en referencia a Rosell, jueza de profesión.
La nueva ministra ha agradecido a Rosell “que suba conmigo” al escenario y ha asegurado que su “puerta está abierta y este ministerio es vuestra casa” apelando “al diálogo, la comprensión, el reconocimiento mutuo y la búsqueda de soluciones”. Un ministerio “que no podemos tildar con un nombre de una ministra porque somos eslabones de una gran cadena”, ha vuelto a repetir.
Rosell, que no tenía previsto hablar, ha improvisado un discurso de despedida muy emocionada. Ha agradecido a Redondo su “generosidad” y ha admitido que el día “no ha sido fácil” y ha estado lleno de “sensaciones muy contradictorias”. La delegada, aún no cesada, ha empezado hablando de cómo la justicia penal “llega siempre tarde” para las víctimas, pero “en este otro lado he aprendido que hay una red” feminista “que salva vidas” y ha terminado reivindicando que “solo con perspectiva de género podemos hacer justicia”.
Informa Marta Borraz.