El Tribunal Supremo ha informado en contra del indulto que un ciudadano pidió para Oriol Junqueras con el objetivo de que su condena de inhabilitación, y no solo la de cárcel, quede también perdonada y que en la práctica pueda presentarse a unas elecciones antes de que esta parte de su sanción por el procés quede cumplida en 2031. Un segundo indulto, que Junqueras no ha pedido, “abriría así una indisimulada vía de interferencia gubernativa en las resoluciones judiciales firmes”, denuncia el Supremo.
El tribunal condenó a Oriol Junqueras a 13 años de cárcel e inhabilitación, una condena que fue posteriormente matizada: tanto por el indulto que perdonó la condena de cárcel como posteriormente por la reforma del delito de sedición. Pero mantuvo intacta en todo momento una condena de inhabilitación que, en la práctica, impide que Junqueras ejerza un cargo público hasta 2031. El Supremo se opone ahora a la iniciativa de un ciudadano que pedía una segunda medida de gracia para su condena de inhabilitación y acelerar su posible vuelta a un cargo público: un criterio que repiten para Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa.
Por Alberto Pozas