Uno de los momentos más frustrantes en la vida de las personas en general es enfrentarse a una máquina y conseguir su objetivo. En multitud de ocasiones nos vemos abocados a luchar de modo irracional frente a estos cacharros del demonio. Y en la era de internet más aún.
La lucha hombre máquina ha sido eterna desde su inicio y ahora, en la era de la comunicación, es casi un imperativo. Y estamos perdiendo los usuarios. Más concretamente los retrones y personas mayores. Porque la tecnología al servicio de la sociedad en esta era debería ser algo prioritario.
Internet puede facilitar mucho las cosas a personas con dificultades, y es aquí donde las instituciones tienen que poner toda la carne en el asador. Una vez que hemos integrado la firma electrónica o certificado digital en muchos de los servicios, está muy presente el problema de la compatibilidad de los navegadores con las plataformas de las diferentes instituciones. Y es que estamos anclados en el Explorer aún.
Se supone que en pleno siglo XXI se debería facilitar el acceso y no al contrario. Pareciera que hay que ser licenciado en informática para que la conexión sea correcta y se puedan realizar todo tipo de gestiones a través de las diferentes plataformas estatales. Y esto es lo que no puede ser.
No hace mucho intenté acceder a los trámites para solicitar la tarjeta que reconoce el grado de discapacidad, para no andar con los papeles siempre a cuestas. Y fue imposible.
La página web de la Consejería de Bienestar Social e Igualdad de la Junta de Andalucía se convirtió en un lugar inhóspito. Y lo que prometía ser algo sencillo como rellenar un formulario, se convirtió en un pequeño infierno tecnológico. Y eso que yo soy un usuario bastante avanzado, no quiero ni pensar
Fue imposible porque poco más que hace falta un cuerno de unicornio para que funcione. Y ya si hay mac de por medio ni os cuento. Y mientras tanto intentas rellenar el pdf con todos los datos por vigesimocuarta vez.
Las instituciones necesitan dotación material para poder ofrecer los servicios adecuados. Y este año que acaba ha sido difícil. Y ha sido difícil porque la ley de dependencia se ha visto cada vez más mermada y ya no esta, sino que la tecnología ha de estar acorde a todos los sistemas y a todos los niveles.
Desde aquí, a falta de una semana para que termine este año, le pido a las instituciones que ponga el foco en las persona con dificultades, en este caso dificultades físicas y psicológicas para poder alcanzar la máxima independencia posible. Esto es fundamental, y el desarrollo tecnológico ha de estar al nivel que esperamos de este siglo XXI.
Aprovecho estas últimas lineas para desearos a todos que este año acabe de la mejor manera posible. Y sobre todo este año que entra sea el mejor de vuestras vidas. Que todo lo malo que habéis pasado se olvide o sirva para crecer. Felices fiestas!