Los gastos de publicidad, lobby, gestión y preparación de las tres candidaturas se han llevado por delante alrededor de cien millones de euros con fuertes bailes de cifras entre lo anunciado, presupuestado y ejecutado.
Los patrocinadores privados han corrido con gran parte de los gastos pero han recibido beneficios fiscales por ello. Las empresas patrocinadoras pueden hacer negocio con el acto, y se han llevado varias licitaciones como la de los uniformes (El Corte Inglés) o la asesoría jurídica (Garrigues).