Madrid, 20 jul (EFE).- La preocupación por el medioambiente ha llegado también a la playa en forma de productos 'eco friendly', como cremas de baño ecológicas o bikinis fabricados con hilo reciclado, que evitan futuros daños a los ecosistemas y reflejan “mayor conciencia social” según fuentes consultadas por Efe.
Así, un estudio de la organización Haereticus Environmental Laboratory afirma que cada año se vierten entre 6.000 y 14.000 toneladas de crema solar en mares y océanos con graves consecuencias para el ecosistema marino ya que una vez en el agua “desprende una serie de ingredientes tóxicos que dañan y, con el paso del tiempo, matan a la fauna y la flora”, según la portavoz de la compañía Safe Sea, Diana Otero.
Entre esos ingredientes figura la Oxibenzona (benzofenona-3), “un químico que actúa sobre el ADN de los arrecifes de coral, interrumpe su crecimiento y contribuye a su blanqueamiento”.
Responsable del departamento de mercadotecnia digital de su empresa, Otero explica que para reducir este problema en la medida de lo posible los protectores solares elaborados en ella “liberan menos de un 5 % de este tipo de materiales respecto al 20 % de otras marcas de referencia” y, además, incorporan una sustancia que actúa como inhibidora de las células urticantes de los tentáculos de las medusas para evitar así su picadura.
La crisis desatada por la Covid-19 “nos ha afectado en todos los sentidos” pero también “nos ha hecho más sensibles con nuestro entorno”, ha añadido, con una creciente preocupación que espera “también se extienda al cuidado de nuestros mares y océanos”.
Otros sectores se suman al de la cosmética para lanzar una oferta creciente de productos que permitan combinar el disfrute playero con un mejor cuidado del entorno, como es el caso del textil, que cada día produce más artículos sostenibles como los bañadores que utilizan hilo reciclado.
“La industria textil es la segunda más contaminante del mundo y es necesario que dé ejemplo”, afirma el director general de la firma de baño española Venus, Marcos Pizarro, quien ha explicado a Efe que el empleo de materiales reciclados persigue un doble objetivo: “reintroducirlos para una segunda vida útil de calidad y evitar que se conviertan en residuos”.
Además, esta compañía impulsa procesos de fabricación más respetuosos con el medioambiente, como la reducción del uso de agua o el empleo de tintes no contaminantes, entre otros, para lograr “un 100 % de diseños con tejidos ecológicos y convertirnos en una empresa ecológicamente responsable en un futuro próximo”.
Pizarro también considera que “estamos en un momento social particular en el que nos preocupamos cada vez más de nuestro entorno” y ello conlleva un deseo de “querer cambiar nuestros hábitos de consumo”.
Respecto al consumo precisamente, la responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra, Adriana Espinosa, ha señalado que el principal problema radica en los productos desechables, porque “acaban en su mayoría en vertederos o en incineradoras”.
Una mala gestión de residuos “implica consecuencias como la contaminación de suelo, aire, ríos, mares y, por supuesto, sobre la salud y bienestar de las personas”, por lo que ha instado a un cambio de modelo hacia la economía circular, con una mejor gestión de los residuos.
Además de optar por alternativas sostenibles durante este período estival, Espinosa ha insistido en la necesidad de favorecer todo lo que se pueda reutilizar frente a “lo de usar y tirar” en todo lo relacionado con envases alimentarios, vasos, platos o pajitas.
Conocer mercadillos o tiendas de segunda mano y trueque, o primar la compra local y de “kilómetro 0”, además de ayudar al medioambiente, puede ayudar también a disfrutar más del verano puesto que permite “profundizar con el sitio donde pasamos las vacaciones”.
Mar Morales