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Los Nobel de 2019 consolidan su desigualdad histórica: nueve hombres y cero mujeres premiadas en ciencia

Este 2019, entre los tradicionales retratos que la Fundación que organiza los Premios Nobel regala a los galardonados, no aparece el de ninguna mujer dentro de las categorías de ciencia. El Instituto Karolinska de Estocolmo y la Real Academia de Ciencias de Suecia han anunciado esta semana los nombres de los reconocidos con el Nobel de Medicina y de Física y Química, respectivamente, y son nueve hombres y ninguna mujer.

William G. Kaelin Jr, Gregg L. Semenza y Peter J. Ratcliffe han sido distinguidos en Medicina y Fisiología; James Peebles, Michel Mayor y Didier Queloz, en Física; y John B. Goodenough, M. Stanley Whittingham y Akira Yoshino –este último, japonés, el único no caucásico–, en Química. Quedan por darse para esta edición los no científicos: Literatura, Paz y Economía.

No es algo excepcional. En toda la década de 2010, que se cierra ya con esta edición, solo dos premios Nobel de Medicina, uno de Química y otro de Física los han recibido mujeres. El 97% de estas medallas de las categorías de ciencia han ido a parar a estanterías que pertenecían a hombres desde que se empezaron a celebrar los premios, en 1901. El año pasado ganó una mujer, Donna Strickland, en Física por tercera vez en la historia. La cronología dice que una mujer gana ese premio cada 55 años aproximadamente: Maria Goeppert-Mayer fue la segunda, en 1963. La primera lo había recibido hacía un poco más, 60 años: Marie Curie en 1903.

Otra ganadora mujer fue en 2018 Frances Arnold, en Química por quinta ocasión histórica. Cuatro hombres más ganaron en 2018 entre esas tres categorías. En Química había que remontarse 9 años atrás para ver un nombre y cara femenina, hasta 2009: cuando lo recibió Ada E. Yonath. Habían pasado 45 años desde el anterior a Dorothy Crowfoot Hodgkin, en 1964. En 1911 fue también para Marie Curie y en 1935, para su hija, Irène Joliot-Curie. Y ya no ha habido más.

Volviendo a lo reciente, en 2017 el balance entre hombres y mujeres quedó igual que en 2019: nueve a cero. En 2016, la cosa quedó siete a cero. Hay que irse hasta 2015 para encontrar a la siguiente mujer reconocida en el ámbito científico, la japonesa Tu Youyou en Medicina. La anterior fue May-Britt Moser en 2014, también en Medicina, la categoría científica donde más mujeres han ganado en el histórico: 12 desde 1901.

Física y Ciencias Económicas, que se entrega el lunes que viene, son los dos premios Nobel más masculinizados. Les siguen los otros dos de ciencias. El de Física ha ido a parar a hombres en el 99% de los casos; el de Medicina, en el 95%; y el de Química en el 97%. Un porcentaje parecido de premiados tiene el de Ciencias Económicas, con la salvedad de que este solo se entrega desde 1968 en lugar de desde 1901 como todos los demás, por lo que la proporción total es menor.

Literatura, que se entrega este jueves por partida doble, es el que más mujeres han ganado, hasta este miércoles un 12% del total. El de la Paz, que se da el viernes, se lo han llevado un 12% también, aunque ha habido más organizaciones en el cómputo total, el 21%, que mujeres.

William G. Kaelin Jr, Gregg L. Semenza y Peter J. Ratcliffe han ganado este 2019 el Nobel de Medicina por sus descubrimientos acerca de la respiración celular y cómo “las células se adaptan al oxígeno disponible”. James Peebles se ha llevado la mitad del de Física “por sus descubrimientos teóricos en cosmología física” y Michel Mayor y Didier Queloz, la otra mitad “por el primer descubrimiento de un exoplaneta orbitando una estrella de tipo solar”; los tres por su “contribución a nuestra comprensión de la evolución del universo y del lugar de la Tierra en el cosmos”.

El de Química, hecho público este miércoles, ha sido para John B. Goodenough, M. Stanley Whittingham y Akira Yoshino por sus desarrollos de las baterías de litio recargables, un invento que “sienta las bases para una sociedad inalámbrica y libre de combustibles fósiles”.

La ceremonia de los Nobel se celebra anualmente cada 10 de diciembre, en Estocolmo y Oslo –en la capital noruega se otorga solo el de la Paz–. Los miembros de las instituciones que lo deciden, es decir, el Instituto Karolinska en el caso del de Mecidina y la Real Academia de Ciencias sueca, en el de Física y Química, proponen nominaciones –también algunas instituciones externas con cierto prestigio pueden enviar propuestas–. Sobre esas candidaturas eligen los miembros del Instituto y de la Academia quién forma parte del palmarés y por tanto es encumbrado hasta lo más alto de la investigación.