Israel ha vetado la entrada de viajeros de siete países del África austral -Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini- tras la aparición allí de una nueva variante B.1.1529 de COVID-19, altamente mutable.
Tras una reunión con el gabinete de coronavirus, el primer ministro de Israel, Naftali Benet, ordenó anoche que estos países fueran incluidos en la “lista roja”, donde en estos momentos no había ninguno.
La medida prohíbe la entrada de extranjeros procedentes de esos seis países, y los israelíes que quieran regresar deberán aislarse en un hotel administrado por el estado durante una semana y serán liberados después de recibir dos pruebas PCR negativas, según aclaró Benet anoche en un comunicado.
Científicos de Sudáfrica revelaron el jueves que habían detectado una nueva variante de la COVID-19 con “un número muy alto de mutaciones”, a la que se atribuye un aumento “exponencial” de las infecciones allí. Los contagios diarios en Sudáfrica se han multiplicado por diez desde principios de mes.
En Israel ayer se detectaron 543 nuevos casos, el 0,7% del total de pruebas realizadas, y hay 120 personas hospitalizadas en estado grave, de las que el 85 % están sin vacunar.
Informa EFE.