Portugal batió ayer un nuevo récord de contagios sumando más de 10.000 en 24 horas y hoy, con 9.927, ha vuelto a rondar la cifra. El consejo de ministros ha decidido hoy extender este fin de semana el toque de queda a partir de las 13.00 horas a prácticamente todo el territorio y prohibirá circular entre municipios, al menos hasta el 15 de enero, tras la renovación del estado de emergencia aprobada ayer en el Parlamento y decretada por el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa.
Las medidas han sido anunciadas por el primer ministro, António Costa, quien ha dejado claro que si esta tendencia de contagios se extiende a la semana que viene habrá nuevas y más duras restricciones, sin descartar incluso un confinamiento similar al de marzo del año pasado. “Hay un agravamiento de la situación y probablemente tendremos que adoptar medidas más restrictivas a partir de la próxima semana”, ha avisado.
Costa ha admitido que en el Gobierno esperaban un aumento de casos a consecuencia de la Navidad -periodo en que se relajaron todas las restricciones en el país, para endurecerse en Nochevieja- pero que el nivel de 10.000 contagios enciende una alarma que llevará a medidas más duras. El primer ministro no ha avanzado cuáles serán, pero cuestionado sobre un posible confinamiento similar al de marzo, en el que se podía salir apenas para trabajar -si no era posible el teletrabajo- ir al supermercado y la farmacia, sostuvo que era un “escenario probable” si este nuevo nivel de casos no desciende. “Los números de ayer y hoy son claramente distintos”, ha dicho Costa, para quien la línea roja es no trastocar la actividad educativa, “como aconsejan los especialistas”.
Con diez millones de habitantes, Portugal suma un total de 7.472 muertes y 456.533 casos de coronavirus desde que empezó la pandemia, que se ha acelerado tras el periodo navideño.
Información de EFE.