La Organización Mundial de la Salud ha anunciado este lunes un acuerdo para distribuir 120 millones de pruebas rápidas de COVID-19 a los países en desarrollo. Estas pruebas son capaces de diagnosticar la enfermedad en unos 15 minutos, mientras que para otras es necesario esperar varias horas o hasta días.
Las pruebas beneficiarán a hasta 133 países, y se espera que con ellas se logre cubrir la demanda en esas zonas durante seis meses.
“Esto permitirá expandir los tests a zonas de difícil acceso sin los laboratorios adecuados o con un insuficiente número de sanitarios para poder llevar a cabo pruebas PCR”, señaló en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al anunciar el acuerdo.
Con información de EFE.