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Estos son los dos posibles rivales de Ilia Topuria para defender el cinturón de campeón de la UFC: con ambos se lleva a matar y nadie querrá perdérselo

Héctor Farrés

25 de noviembre de 2025 15:33 h

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La UFC tiene varios peleadores a los que quiere mimar para que la rueda económica siga siendo tan rentable. Uno de ellos es Ilia Topuria, invicto y campeón del peso ligero de la UFC y bicampeón, tras haber sido también campeón del peso pluma.

Dana White, el dirigente de la empresa, necesita que el hispanogeorgiano ponga su cinturon en juego, sobre todo ahora que pronto entrará en vigor un nuevo contrato televisivo, aunque todavía no hay ningún contrincante definido. Es cierto que hay numerosos peleadores con ganas de optar al título, pero solo dos están bien posicionados para ser realmente los contendientes. Y ambos no pueden ni ver a Topuria.

Paddy Pimblett encarna el perfil que la empresa quiere explotar en su nueva etapa

Paddy Pimblett encabeza la vertiente comercial. El británico, nacido en Liverpool y célebre por su desparpajo en las redes, se ha consolidado como figura mediática más allá de su registro competitivo. Su ascenso en el ránking de los pesos ligeros responde menos a resultados que a su capacidad para atraer público.

Para la empresa, un enfrentamiento entre Pimblett y Topuria significaría un impulso promocional seguro, una oportunidad de inaugurar su nueva etapa televisiva con un combate de amplio seguimiento. De ahí que la posibilidad se mantenga abierta, pese a que los méritos deportivos del inglés sean aún discutibles.

Su rivalidad con Topuria añade combustible al interés del público. Ambos protagonizaron altercados en Londres y en Doha, donde se insultaron en el hotel de los luchadores y se cruzaron con tensión en el pesaje. El origen del enfrentamiento se remonta a comentarios del inglés sobre los georgianos, que provocaron la reacción del campeón. Desde entonces, los choques verbales se han multiplicado. Incluso cuando Topuria consiguió el nuevo cinturón, Pimblett irrumpió en el octágono para encararse con el campeón. En entrevistas posteriores llegó a afirmar a ESPN: “Le odio. Quiero desfigurarle”. La UFC ha aprovechado esa enemistad para impulsar una posible pelea.

Arman Tsarukyan se ha ganado su derecho deportivo a disputar el título tras su última victoria

Arman Tsarukyan representa la otra cara de la decisión. El luchador de origen armenio, instalado en el número 1 del ránking, cimentó su posición con una victoria incontestable sobre Dan Hooker en el evento celebrado en Catar. Su desempeño técnico, apoyado en una base de lucha grecorromana, le otorga una candidatura difícil de rebatir.

Muchos analistas consideraron que su actuación le coloca como el aspirante más sólido para desafiar al campeón. La potencia física, la continuidad en su rendimiento y la capacidad para cerrar combates por sumisión refuerzan su perfil como retador legítimo.

El propio Topuria coincidió con Tsarukyan en Doha, durante la velada en la que su hermano Aleksandre venció a Bekzat Almakhan. Ambos se cruzaron en los pasillos sin que ocurriera nada destacable, aunque un vídeo del momento, publicado después en redes, provocó la polémica.

Topuria lo difundió en tono burlón, insinuando que el armenio había evitado el enfrentamiento: “Arman, cada vez que nos vemos en persona, te congelas como un pato asustado sin idea de qué hacer”. Tsarukyan respondió poco después en sus redes para desmentirlo y aclarar que no existió ningún tipo de tensión en ese encuentro y volvió a retarlo: “Si quieres saber lo que se siente una verdadera bofetada, estaré encantado de educarte”.

Las negociaciones internas de la UFC mantienen en vilo a los luchadores y al público

A pesar de la expectación, la pelea sigue sin contrato. La UFC mantiene silencio mientras negocia los últimos eventos del año bajo su antiguo acuerdo televisivo. Hasta el cierre de esa etapa, el calendario continúa bloqueado. Solo dos veladas restan antes de la entrada en vigor del nuevo acuerdo con Paramount, y la compañía planea reservar el primer gran evento de 2026 para una cita sin igual. Esa espera mantiene en suspenso tanto a los aficionados como a los contendientes.

Dentro de la empresa se estudia un movimiento que alteraría el orden deportivo. Ariel Helwani, periodista especializado en artes marciales mixtas, adelantó que la organización podría abrir su nuevo ciclo con un combate entre Topuria y Pimblett, dejando a Tsarukyan a la espera de enfrentarse al vencedor. La maniobra permitiría explotar la popularidad del inglés y garantizar una segunda gran cita con el armenio como premio al triunfador. La propuesta, aún no oficial, prolonga la incertidumbre sobre el calendario del campeón. Aun así, el hispanogeorgiano ha dicho en más de una ocasión que prefiere al inglés.

El trasfondo estratégico explica la falta de anuncios. White y Hunter Campbell, responsables de la planificación de combates, sopesan cada escenario en función de sus repercusiones comerciales. Si el objetivo es maximizar la audiencia del estreno televisivo, Pimblett parte con ventaja. Si prima la coherencia competitiva, Tsarukyan aparece como única opción coherente. Entre ambas alternativas se decide el futuro inmediato de Topuria, que aguarda instrucciones mientras entrena junto a su hermano.

La resolución del caso marcará la línea deportiva del próximo año. Un duelo con Tsarukyan consolidaría la credibilidad del campeón frente al rival más exigente del peso ligero, mientras que un cruce con Pimblett confirmaría la prioridad mediática de la empresa. La elección no solo definirá al siguiente aspirante, también mostrará qué tipo de UFC quiere proyectar su nueva etapa.