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Bruselas investiga a Google por aprovecharse de contenidos ajenos para entrenar a su IA

elDiario.es

9 de diciembre de 2025 10:10 h

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Hace ya meses que, al buscar cualquier cuestión en Google, aparece un bloque de texto con la respuesta a tu pregunta, sin necesidad de pinchar en ningún enlace web. Se trata de un recurso generado con Inteligencia Artificial que hace el trabajo duro por ti y resume la información de múltiples páginas web —medios de comunicación, páginas gubernamentales, Wikipedia, lo que sea— para dar una solución rápida a tu búsqueda sin que tengas que hacer clic en ningún enlace. El problema, argumenta la Unión Europea, es que el gigante tecnológico estadounidense puede estar sirviéndose de todos esos contenidos online para alimentar su modelo de IA sin compensar de ninguna manera a quien los ha generado.

La Comisión Europea ha anunciado este martes la apertura de lainvestigación formal a Google para averiguar si está infringiendo las normas de competencia comunitarias al utilizar las publicaciones ajenas de editories web y YouTube para entrenar a sus sistemas de IA generativa —AI Overviews y el Modo IA—, sin compensar económicamente a los creadores ni ofrecerles la posibilidad de rechazar el uso de su contenido.

“La investigación examinará, en particular, si Google está distorsionando la competencia al imponer condiciones injustas a los editores y creadores de contenidos, o al concederse a sí misma un acceso privilegiado a dichos contenidos, lo que coloca en desventaja a los desarrolladores de modelos de IA rivales”, ha explicado la en Comisión Europea en un comunicado.

Parecido a AI Overviews, el Modo IA es una pestaña de búsqueda similar a un chatbot que responde a las consultas de los usuarios que hablan con él. Las respuestas de ambas herramientas están basadas en la informaciónd e otros muchos creadores, que dependen de ese sistema de búsqueda y de los clics en sus enlaces para obtener tráfico de usuarios. Bruselas quiere comprobar hasta qué punto la IA de Google ha perjudicado a los creadores, teniendo en cuenta que estos tampoco tienen la opción de negarse a que la empresa lea sus contenidos sin perder el acceso a Google Search.

Además, la Comisión considera que Google también podría haber usado videos de usuarios particulares subidos a su plataforma YouTube para entrenar a sus modelos de IA generativa sin compensación adecuada para los creadores y, de nuevo, sin ofrecerles la posibilidad de rechazar dicho uso, algo que está dentro de los “términos y condiciones” que toda persona debe aceptar al entrar en la plataforma YouTube para usar sus servicios.

Las políticas de Youtube, además, prohíben a los desarrolladores rivales de modelos de IA emplear contenidos de su plataforma de vídeo para entrenar sus propios sistemas de inteligencia artificial. Aunque la apertura de una investigación formal no prejuzga sus resultados, las prácticas que son objeto del análisis de la CE podrían infringir las normas de competencia de la UE que prohíben el abuso de una posición dominante.

Google responde: “La denuncia corre el riesgo de frenar la innovación”

La tecnológica no ha tardado en reaccionar al movimiento de Bruselas. En declaraciones remitidas a elDiario.es, una portavoz de la compañía ha recurrido al argumento habitual del sector cuando se enfrenta a la fiscalización regulatoria: presentar la investigación como un obstáculo al progreso técnico. “Esta denuncia corre el riesgo de frenar la innovación en un mercado que es más competitivo que nunca”, afirman desde Google. “Los europeos merecen beneficiarse de las últimas tecnologías y continuaremos trabajando estrechamente con las industrias creativas y de noticias en su transición hacia la era de la IA”.

Frente a las dudas sobre el control que tienen los editores, la multinacional defiende que ya proporciona herramientas para gestionar su contenido. Citan el sistema “Google-Extended”, que permite a los editores decidir si sus sitios se utilizan para entrenar a los modelos Gemini, o el uso de los archivos robots.txt para bloquear el rastreo en la Búsqueda tradicional. Según la empresa, los propietarios de sitios web pueden utilizar determinados controles para optar específicamente por no aparecer en los resúmenes generados por IA. La investigación de Bruselas se centrará en si esas opciones penalizan el posicionamiento general del medio.

En el frente de YouTube, Googlepone encima de la mesa cifras económicas para contrarrestar la acusación de falta de compensación. La compañía asegura haber pagado 100.000 millones de dólares a creadores, artistas y empresas de medios en los últimos cuatro años a través de su programa de socios. Asimismo, defienden que la integración de la IA generativa en la plataforma de vídeo está pensada para “ayudar a los creadores a optimizar sus procesos” automatizando tareas rutinarias, y recuerdan que han implementado herramientas de detección de similitud para que los autores puedan identificar y gestionar el contenido generado por IA que utilice su imagen.