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Los efectos en el cerebro de sonreír sin motivo

sonreír más

Darío Pescador

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A estas alturas los beneficios de la risoterapia están suficientemente estudiados y comprobados. La risa hace descender los niveles de cortisol, adrenalina y hormona del crecimiento, además del nivel de ácido 3,4-dihidrofenilacético, lo que indica que ayuda a conservar los niveles de dopamina. Hacer que los pacientes se rían durante una sesión ayuda a mitigar los síntomas de la depresión y el estrés. 

Pero ¿y si en lugar de reír a carcajadas nos limitamos a sonreír? ¿Funciona una simple sonrisa, aunque sea forzada? Y al revés ¿fruncir el ceño nos deprime? Los estudios indican que sí. 

En un estudio reciente publicado por la revista Nature se estudió el efecto el botox, la toxina botulímica, que se ha hacho famosa como tratamiento para las arrugas. El botox inyectado bajo la piel paraliza los músculos faciales. 

Sin movimiento, hay menos arrugas. Pero también se ha visto que al impedir el movimiento de los músculos implicados en sonreír, los pacientes tratados con botox sufrían de mayores índices de depresión. Asimismo, el botox impide otras expresiones faciales, por ejemplo, asociadas a la excitación sexual, por lo que las personas que se lo inyectan tienen una libido más baja y en general dificultades para reconocer emociones.

¿Qué está pasando? Una posible explicación la da una teoría llamada “embodied cognición”, o cognición incorporada. La idea es que no pensamos ni sentimos únicamente con el cerebro, sino que la conciencia y las emociones toman forma por la interacción de todo el cuerpo con su entorno y consigo mismo.   

Dicho de otra forma, el sistema motor del cuerpo (músculos y nervios) influye en nuestras emociones, y nuestras emociones influyen en nuestro cuerpo, por ejemplo, nuestra postura. Hay experimentos que parecen confirmar esta teoría. 

El estudio más conocido se llevó a cabo pidiendo a los voluntarios que sujetaran un lápiz atravesado en la boca, con lo que se activan los músculos implicados en la sonrisa. Al contrario, al sujetar el lápiz entre la nariz y el labio superior, se contraían los músculos que hacen fruncir el ceño. Comparadas con quienes tenían una expresión neutral, quienes sostenían el lápiz pudieron identificar más fácilmente las emociones de otros.

Sin embargo, el estudio se ha replicado multitud de veces, y los resultado no son exactamente que los movimientos de los músculos de la cara generen la emoción, aunque sí cambian el procesamiento de las emociones. Por ejemplo, los voluntarios obligados a sonreír por tener el lápiz en la boca tenían una mejor respuesta al estrés. Es decir, se encontraban menos mal haciendo algo desagradable. 

Esto nos indica que sonreír puede ayudar a sobrellevar mejor las adversidades. El fenómeno se llama feedback facial, una teoría avanzada por Charles Darwin. La idea es, de nuevo, que el cerebro analiza cómo están los músculos de la cara, y piensa “si los músculos están en posición de sonreír, es que debemos estar bien”. 

El problema del feedback facial es que la premisa principal, que la expresión es necesaria para la emoción, no se sostiene: los pacientes con parálisis facial pueden experimentar emociones y distinguir las emociones ajenas, así que la cara no es necesaria para la construcción de las emociones en el cerebro. 

Pero eso no quiere decir que cosas como la expresión facial o la postura no ayuden a modular y reforzar o contrarrestar las emociones. Como en los pacientes que recibían botox y por tanto sufrían una ligera parálisis facial, las emociones se veían atenuadas, no suprimidas. 

Lo que sí parece estar actuando es un fenómeno llamado mimetismo conductual, o dicho simplemente que somos monos de imitación. Tendemos a copiar las expresiones, postura, tono de voz y comportamiento de las personas que tenemos enfrente, y a veces nos contagian sus emociones. 

Sin embargo también podemos dar una respuesta diferente. Una persona nerviosa nos puede llevar a querer controlar la situación con calma. Una persona iracunda nos enoja, pero también nos puede dar miedo. Las expresiones faciales tampoco funcionan con las personas que sufren autismo: aunque no imitan de forma natural las expresiones de los demás, sí son capaces de reconocer y sentir emociones. 

Esto explicaría por qué el sonreír nos ayuda a reconocer un estado de ánimo positivo en los demás, es decir, aumenta nuestra empatía, y reduce nuestra frustración y niveles de estrés, pero no necesariamente nos induce felicidad automática, ni es imprescindible para experimentar emociones. 

Aún así, las personas ciegas también sonríen, y se ha comprobado que se puede distinguir a través del teléfono si la persona al otro lado está sonriendo, solo por la entonación, y que esta sonrisa “auditiva” es contagiosa. Junto con todo lo anterior parecen buenos motivos para sonreír más a menudo.  

¿En qué se basa todo esto?

Therapeutic Benefits of Laughter in Mental Health: A Theoretical Review

Beneficios terapéuticos de la risa en la salud mental: Una revisión teórica

La risoterapia es un tratamiento alternativo no invasivo y no farmacológico para el estrés y la depresión, casos representativos que tienen una influencia negativa en la salud mental. En conclusión, la risoterapia es eficaz y está científicamente respaldada como terapia única o coadyuvante.

Grin and Bear It: The Influence of Manipulated Facial Expression on the Stress Response

Sonríe y aguanta: La influencia de la expresión facial manipulada en la respuesta al estrés

Los participantes en los grupos de sonrisa a los que no se les pidió explícitamente que sonrieran informaron de una menor disminución del efecto positivo durante una tarea estresante que el grupo neutral. Estos hallazgos muestran que hay beneficios tanto fisiológicos como psicológicos al mantener expresiones faciales positivas durante el estrés.

Emotional experience and perception in the absence of facial feedback

La experiencia emocional y la percepción en ausencia de retroalimentación facial

Estos hallazgos no son coherentes con las teorías que afirman que la retroalimentación de un rostro activo es necesaria para experimentar la emoción, o para procesar las expresiones faciales emocionales.

Facial Feedback Mechanisms in Autistic Spectrum Disorders

Mecanismos de retroalimentación facial en los trastornos del espectro autista

Así pues, parece que los impedimentos de la imitación no son causados por deficiencias en el reconocimiento de las emociones de los individuos con trastornos del espectro autista, pero la imitación puede desempeñar un papel facilitador en el reconocimiento de las emociones.

Auditory smiles trigger unconscious facial imitation

Las sonrisas auditivas desencadenan una imitación facial inconsciente

Estos resultados muestran que la cognición de las sonrisas no está tan arraigada en el procesamiento visual como se creía anteriormente. Más allá de las sonrisas, destacan que las características oro-labiales de las expresiones faciales tienen un papel importante y descuidado en la conformación de la forma en que las emociones se señalan vocalmente.

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