Los mejores mercados de Navidad para visitar en Alemania: de los más grandes a los más originales

Si pensamos en hacer un viaje en Navidad, Alemania es uno de los países más destacados al ofrecer un ambiente navideño único en el que los mercados que se instalan en las principales ubicaciones de las ciudades más grandes, pero también en localidades más pequeñas que pueden sorprender a los visitantes.

Los mercados de Navidad más destacados en las grandes ciudades

Si bien se colocan mercados navideños en casi todas las poblaciones, los varios que llenan las calles de las ciudades más grandes son también los más accesibles para viajar, además de que puedes visitar más de uno en una misma localidad, lo que ofrece comodidad. En la capital de Alemania, Berlín, encontramos hasta 60, pero siendo uno de los preferidos el del Palacio de Charlottenburg, una ubicación histórica que da un ambiente romántico, con puestos de comida, bebida, artesanía o dulces típicos, con casetas que incluyen calefacción y que se puede visitar hasta el 28 de diciembre.

Pero uno de los más conocidos de los de las grandes ciudades es el de Múnich, capital de Baviera, cuyo origen de los mercadillos se sitúa en el siglo XIV, en la céntrica Marienplatz en el llamado Christkindlmarkt, con también una ubicación emblemática con puestos tanto de comida, bebida, como de adornos navideños, abetos naturales, velas o cajas de música. Todo ello frente a un Ayuntamiento neoclásico, cerca de la Catedral, donde se pueden ver desfilar figuras del carillón a cada hora en punto y pequeños coros se pasean por el mercado cantando villancicos.

Similar a lo que sucede en Múnich lo encontramos con el mercado de Navidad de Colonia, que instaura desde el siglo XIX su Weihnachtsmarkt am Kölner Dom frente a la famosa Catedral de Colonia, la más antigua de las góticas. Es también una ubicación destacada la del principal mercadillo de Hamburgo, en la Rathausmakt, con también puestos de comida y bebida, así como dulces tradicionales y algunos tan curiosos como de espadas o de adornos navideños. Cada dos horas, Santa Claus pasa por lo alto del mercado y cuenta su historia, para saludar a los que allí están disfrutado de la Navidad.

De las grandes ciudades de Alemania, no hay que perder de vista el mercadillo navideño de Frankfurt, entre Römerburg y Paulsplatz, en pleno casco histórico, siendo uno de los más antiguos y populares del país, siendo organizado desde el siglo XIV, y que se conoce como el lugar exclusivo de venta donde se compraban juguetes hasta el siglo XIX, con el mazapán como ingrediente destacado en los dulces que se consumen, y que este año cuenta también con un mercado infantil.

Otros mercados navideños destacados: los más antiguos, originales y bonitos

Más allá de las ciudades de Hamburgo, Múnich o Berlín, en Alemania también hay otros mercados navideños que merecen una visita, sobre todo los que se consideran los más antiguos y tradicionales, así como los que tienen una bella ubicación. Uno de los más bonitos es el que se ubica en Heidelberg, en los pies del castillo que corona esta ciudad medieval que es una de las más populares y turísticas, y que se extiende por varias plazas con adornos, dulces y bebidas tradicionales, con vinos y cerveza artesanales de la región.

Otro de los más bonitos es el mercadillo de Nuremberg, llamado Christkindlesmarkt, que se considera uno de los más antiguos de Alemania, en su plaza más grande y céntrica, donde el pan de jengibre es el principal protagonista en más de 180 puestos repletos de bebida, comida y adornos artesanales, con decoración delicada.

Pero el mercado de Navidad más antiguo de Alemania se considera que es el de Dresde, el Striezelmarkt, que se celebra desde el año 1434, con una destacada pirámide de madera y con su Stollen, una especie de pan dulce con pasas, que es el más tradicional. El más destacado por su belleza y originalidad es el mercado de Ravenaschlucht, que se ubica bajo un viaducto en plena Selva Negra, que no tiene entrada gratuita, y que debido a donde se sitúa obliga a planear el recorrido con tiempo para aprovechar las lanzaderas habilitadas.