El plato que unifica a todo el Magreb con diminutas variedades en cada país

El cuscús, también conocido como cous cous, es un plato que trasciende fronteras en el Magreb. Se elabora a partir de sémola de trigo duro, que se hidrata y se cocina al vapor, dando lugar a granos esponjosos, redondos y ligeros. Tradicionalmente se sirve como base de guisos de verduras, carnes o pescados, y en cada país del norte de África adopta su propia personalidad.

No es solo un alimento: el cuscús es nutritivo, versátil y profundamente cultural, tanto que la UNESCO lo reconoce como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su capacidad de reunir comunidades alrededor de la mesa y conservar técnicas culinarias ancestrales.

Orígenes que se pierden en la historia

Su historia se remonta a los pueblos tamazigh del norte de África, que molían la sémola de trigo y acumulaban los granos que no llegaban a convertirse en harina. Tras cocerlos al vapor, surgía un plato económico, nutritivo y delicioso.

El cuscús llegó a otras culturas a través de Al-Ándalus, donde se popularizó entre los moriscos. Documentos antiguos ya mencionan este alimento en el siglo XIII bajo la denominación “alcuzcuz”. Incluso Cervantes lo cita en El Quijote, probablemente tras conocerlo durante su estancia en Argel. Por su textura ligera y versatilidad, se consolidó como base de muchas recetas del Magreb.

Variedades que sorprenden país por país

Aunque todos los países del Magreb comparten el cuscús, cada región le da un giro único:

  • Marruecos: cuscús con verduras de temporada, garbanzos y carne de cordero, aromatizado con ras el hanout.
  • Argelia: versiones más ligeras, con pollo o pescado, acompañadas de salsas especiadas.
  • Túnez: cuscús con hortalizas y pescado, a veces con un toque picante gracias a la harissa.
  • Libia y Mauritania: cuscús con legumbres, dátiles y aceite de oliva, ideal para festividades.

Cada país adapta los condimentos, la carne y la cocción según la tradición local, pero el plato mantiene su esencia: granulosidad, suavidad y capacidad de absorber sabores.

Beneficios nutricionales del cuscús

Más allá de su sabor y versatilidad, el cuscús es un alimento completo y saludable. Es rico en:

  • Hidratos de carbono complejos para energía sostenida
  • Vitaminas B y E
  • Minerales como fósforo, magnesio y calcio
  • Fibra que favorece la digestión

Su bajo contenido en grasa y su capacidad de combinarse con proteínas y verduras lo convierten en un plato ideal para dietas equilibradas, apto tanto para comidas familiares como para celebraciones tradicionales.

Hoy, el cuscús sigue siendo la receta más emblemática del Magreb, uniendo a distintas comunidades bajo un mismo plato mientras permite infinitas variantes regionales. Desde los mercados de Marrakech hasta las mesas de Túnez, el cuscús mantiene su relevancia gastronómica, cultural y social, demostrando que la historia puede servirse en un solo plato.