De tapas por España: las 5 mejores tapas típicas de los bares de Castilla y León

Las tapas son una de las mejores formas de adentrarse en la cultura culinaria de cualquier región de España, y Castilla y León no es la excepción. En esta región, las tapas no solo son un acompañante para una bebida, sino una auténtica muestra de la historia gastronómica local. Los bares de Castilla y León ofrecen una combinación única de sabores tradicionales que han perdurado a lo largo de los siglos.

A continuación, te presentamos las cinco mejores tapas típicas que no puedes dejar de probar en Castilla y León. Desde la gastronomía de la meseta hasta los platos de la tierra, estas tapas te invitarán a disfrutar de lo mejor de la cocina castellana.

1. Patatas revolconas (Ávila)

Las patatas revolconas son un clásico de la gastronomía de Ávila. Se preparan con un puré de patatas al que se añade pimentón y ajo, y se sirve acompañado de panceta, torreznos o chorizo. Este plato es un verdadero manjar que reconforta y satisface.

2. Menestra (Palencia)

La menestra es una receta tradicional de Palencia que se elabora con alcachofas, guisantes, espárragos y otras verduras de temporada. Este plato es fresco, sabroso y representa la abundancia de la huerta castellana.

3. Cecina (León)

La cecina de León es uno de los productos más famosos de la región. Se trata de carne curada, generalmente de vacuno, que se sirve en finas lonchas y se puede acompañar con aceite de oliva y un poco de pan. Su sabor intenso y su textura delicada la convierten en una tapa imprescindible.

4. Morcilla (Burgos)

La morcilla de Burgos es un tipo de embutido elaborado con arroz, cebolla, sangre de cerdo y especias. Se sirve de diversas formas, como a la plancha, en empanada o en cocido, y es una tapa que captura la esencia de la cocina tradicional burgalesa.

5. Torreznos (Soria)

Los torreznos de Soria son una tapa irresistible que no puedes dejar de probar. Se elaboran con panceta de cerdo frita hasta conseguir una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro. Son perfectos para acompañar una caña y son una verdadera delicia en cualquier bar de la región.