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García Albiol, el candidato xenófobo que buscará la polarización el 27S

García Albiol junto a Alicia Sánchez Camacho y la número 2 de su candidatura, Andrea Levy

Tomeu Ferrer

Barcelona —

Xavier García Albiol, hasta las pasadas elecciones alcalde de Badalona y protagonista de infinitud de polémicas, principalmente vinculadas a su discurso contra la inmigración, será el candidato del PP a las elecciones del 27 de septiembre. Sustituirá, pues, la que ha sido jefa de filas del partido conservador durante años, Alicia Sánchez Camacho, muy debilitada por el descalabro electoral de las municipales y por el desgaste personal ocasionado por su actuación en el conocido caso de la Camarga.

Los badaloneses saben bien quién es García Albiol. Este político genera filias y fobias. No deja a nadie indiferente. Dicho en otras palabras, en Catalunya el efecto que puede ocasionar el ex alcalde de la ciudad es la polarización de posiciones. Durante muchos años, primero en la oposición y luego en el gobierno local, su actividad dividió la opinión pública badalonesa.

Albiol es especialista en no pasar desapercibido. Desde sus 2,04 metros de altura hasta su dicción calmosa, pasando por sus declaraciones ciertamente polémicas, todo en él llama la atención.

El ex alcalde de Badalona será el único de los candidatos del 27-S que ha tenido que pasar por el banquillo de los acusados para defenderse de denuncias de incitación a la discriminación y el odio, impulsadas por SOS Racismo. Fue absuelto entre abrazos de sus incondicionales, pero de haber sido consideradas por el juez, le podían haber supuesto un año de prisión y 8.100 euros de multa.

A tortas en Martorell

A tortas en MartorellAlbiol repartió el 24 de abril de 2010 unos panfletos en un mercado al aire libre en el que se vinculaba al colectivo de los gitanos rumanos con la delincuencia. Su intención, afirmó, era explicar “problemáticas” que existían en algunos barrios de la ciudad, como el incivismo, la inseguridad y conflictos de convivencia. “Hice uso de un derecho democrático de poder comunicar y presentar nuestra alternativa política”, detalló el concejal, que negó la acusación de incitación a la discriminación y al odio. En el interrogatorio que durante el juicio le hizo el fiscal, Albiol sólo aceptó que sus palabras podían haber sido “inadecuadas e inapropiadas”.

Pero antes García Albiol ya había protagonizado incidentes o situaciones de gran tensión. En el año 2006 en plena campaña de recogida de firmas del PP contra el Estatut de Catalunya fue denunciado por amenazas por la Asamblea de Jóvenes de Badalona (AJB) que protestaba contra la iniciativa del PP. Los tribunales no tramitaron la acción judicial.

Ese mismo año, en Martorell, Albiol agredió a una persona que protestaba también contra la visita del ministro Ángel Acebes incluida en la campaña contra el Estatut. En el incidente, el ahora estrella fulgurante del PP atacó a puñetazos un grupo de jóvenes que gritaba contra la comitiva del PP. El hecho obligó al entonces presidente de los populares catalanes, Josep Piqué, a disculparse por la actitud del concejal badalonés. El ex ministro tachó la agresión como “una reacción humanamente comprensible, aunque no la más adecuada”. Por el contrario, el PSC sí expulsó al jefe de sus juventudes en Martorell, que aparecía en las imágenes junto a los que protestaban contra la presencia en la población de Acebes. Era octubre de 2006:

El más conservador de la clase

El más conservador de la claseXavier García Albiol, nacido en el barrio de La Morera, hijo de una familia modesta, ha tenido desde muy joven vocación política. Ya en el instituto donde cursó estudios era considerado por sus compañeras de clase como el más conservador de todos. Jugador sin demasiada fortuna del club Juventud de Badalona de baloncesto, entró en el ayuntamiento de la ciudad como concejal hace poco más de 23 años. Antes había realizado estudios de derecho. No se ha dedicado a otra cosa que a la política.

En Badalona, partidarios y adversarios reconocen a Albiol un gran instinto político. Es un maestro al girar en su favor las reacciones airadas que producen sus declaraciones, a veces provocativas. Es como un judoka, aprovecha el empuje de quien lo ataca para tumbarlo en el tatami.

¿Qué hará Albiol como candidato a la presidencia de la Generalitat del PP? De entrada hay que decir que en el aspecto catalanista y durante su mandato en Badalona no atizó el enfrentamiento lingüístico, aunque se mostrase contrario a la inmersión lingüística. No atacó por ese flanco, quizá porque temía la reacción de CiU que consintió que ostentara la alcaldía sin tener mayoría absoluta.

Durante la última campaña electoral municipal García Albiol, casi sin programa, volvió a incitar la polémica cuando apareció en unos carteles enormes con el lema “Limpiando Badalona”, que hicieron que sus críticos volvieran a hablar de racismo y su entorno hablara, de nuevo de lucha contra el incivismo.

Lejos de arrugarse, el PP de Badalona consiguió exportar su modelo. Usando la consigna, “la receta funciona” los lemas usados por Albiol llegaron a la segunda ciudad de Catalunya, L'Hospitalet de Llobregat, donde los conservadores se apuntaron a la tesis de criminalización de la inmigración. En ese momento se habló de que el PP mostraba su versión más dura. Y el resultado lo fue, una debacle que supuso la pérdida de 130.000 votos se vinculó con el giro antiinmigración que tiñó la campaña del PP.

“Albioladas”

“Albioladas”¿Qué se puede esperar de una campaña electora gestionada por Albiol? Un enfrentamiento directo con el independentismo. Una apelación a la ley y el orden en su visión más conservadora. Y al mismo tiempo una cierta ocultación de los principios conservadores del partido en nombre de un populismo indisimulado. En Badalona, Albiol se esforzaba por ser conocido como 'Xavi' y siempre que podía ocultaba las siglas de su partido.

En Badalona se han visto también otras actuaciones que pueden repetirse en campaña electoral: prometió libros gratuitos para todos los niños de la ciudad. Promesa de que en cuatro años no se ha cumplido. O anunció el pago por parte del Estado de 22,4 millones de euros como anticipo de deudas que la Generalitat tenía con la ciudad y que el nuevo gobierno local no encuentra por ninguna parte, o presumir de tener votantes independentistas, que nunca nadie ha identificado. Pero cuando se comenta esto, en Badalona la gente responde o con el aplauso incondicional o afirmando que son “albioladas”, un neologismo que ahora puede conocer toda Catalunya.

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