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Así se logró que Stephen Hawking dé dos charlas en España

Stephen Hawking disfrutó de la experiencia de la gravedad cero en 2007. / NASA

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Javier Salas —

El científico más famoso y delicado del mundo va a pasar un mes en España, concretamente en la isla de Tenerife. Como ciudadano británico que es, la estancia de Stephen Hawking no sería muy noticiable de no ser por su frágil estado de salud y porque el objetivo de su viaje es ofrecer dos charlas “originales” sobre cosmología y agujeros negros para el público español.

¿Cómo se ha conseguido? “Hemos logrado hasta que se implique en la organización del festival, está muy ilusionado”, cuenta Garik Israelian, astrofísico y director del Starmus, el macrofestival de ciencia que ha logrado seducir al icono de la silla de ruedas y la voz robótica.

Aunque el Starmus es conocido por la extraordinaria popularidad de sus ponentes –la anterior edición fue la última aparición de este tipo de Neil Armstrong–, conseguir incluir en el cartel a Hawking era un reto titánico. “Desde hace un par de años, sus médicos no le dejan volar. Su salud es muy delicada y los doctores tienen la última palabra para todo”, explica Israelian mientras muestra entusiasmado en su móvil un vídeo tomado por encima del hombro de Hawking, en el que se ve lo mismo que el científico mientras escribe un email en el que sella su acuerdo para acudir al festival.

Esa reunión, la primera de tres encuentros entre Israelian y Hawking, se produjo en mayo de este mismo año. El celestino, un divulgador de lujo: el guitarrista de Queen y astrofísico Brian May, que ya acudió a la primera edición del Starmus y que mantiene una excelente relación con Israelian. “Garik, voy a cenar esta noche con Stephen Hawking y le voy a proponer que se venga al festival”, le dijo por teléfono. El músico y el científico compartían mesa como regalo de cumpleaños: May llevó a Hawking al musical We will rock you sobre la banda Queen en Londres y luego cenaron juntos: “Pensamos que el universo es infinito. Hay infinitas copias de nosotros cenando”, explicó el físico teórico.

En esa cena se dio el primer gran paso: “Dice que ya conoce el festival y que le interesa ir”, explicó al día siguiente May, que mandó un email con copia a Hawking e Israelian para presentarles formalmente. Posteriormente, su manager dio su aprobación pero levantó un gran obstáculo: nada de aviones. El organizador del Starmus se puso a trabajar en superar este impedimento: los médicos le tienen prohibido volar al cosmólogo de la Universidad de Cambridge. Lejos quedaron aquellos días, en 2007, en que hizo ocho vuelos consecutivos en gravedad cero. Solo quedaba una posibilidad para que Hawking acudiera a un festival de ciencia que se celebra en una isla como Tenerife: el barco.

Un séquito de nueve personas

Israelian, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias, localizó un crucero de lujo que trasladará al miembro de la Royal Society con todas las comodidades. Y no solo a él, lógicamente: le acompañará su séquito de nueve personas, algo que encarece el viaje y la estancia de casi un mes en la isla del Teide y que obligó a solicitar apoyo económico de las autoridades canarias y el Cabildo de Tenerife.

Para terminar de atar cabos, Hawking invitó en mayo a su casa a Israelian, que recuerda la experiencia con pasión: “Tarda unos 15 minutos en contestar cada vez que le dices algo. Hay que tener paciencia porque se cansa mucho y hay que dejarle descansar cada hora más o menos”. Por ello, el primer encuentro duró ocho horas, que hubo que completar al día siguiente con otras cinco. Más adelante, en junio, volverían a reunirse en su despacho para que Hawking aceptara cuatro preguntas del público en su visita al Starmus, a quienes responderá en vivo y en directo sobre sus inquietudes.

Cuando tenía 21 años, a Hawking le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una dolencia que ha ido desactivando poco a poco todos los músculos de su cuerpo. En la actualidad, solo mueve con suficiente control un punto muy limitado de la mejilla, que es con lo que controla el ordenador con el que se comunica: de ahí que hoy por hoy solo sea capaz de escribir una palabra por minuto, aunque ya se está investigando en futuros métodos de comunicación para cuando pierda incluso la movilidad de la mejilla.

A pesar de estos impedimentos físicos, Hawking se ha implicado en el consejo asesor del Starmus, sugiriendo por ejemplo que se incluya entre los ponentes al físico teórico John Ellis. En Tenerife dará dos charlas con un nivel científico accesible para todos los públicos: una el 22 de septiembre sobre cosmología y otra el 27 sobre agujeros negros. “No se conforma con dar su charla”, explica Israelian, “y ha pedido que le reservemos espacio entre el público para asistir a las de los demás [también estarán el biólogo Richard Dawkins y el astronauta Charlie Duke]. Y no se quiere perder los conciertos. Me dijo que tiene muchas ganas de conocer toda la isla de Tenerife y de viajar por primera vez en un crucero”.

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