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Madrid se prepara para la bici pública y eléctrica

Bicicletas eléctricas de San Sebastián similares a las que se usarán en Madrid

Mónica Zas Marcos

Hay que perder el miedo a las bicicletas en Madrid. Si hace apenas unos días charlábamos con Pedro Bravo sobre los mitos y mentiras del uso urbano de la bici, en mayo el Ayuntamiento de Madrid convertirá la capital en el paraíso de los velocípedos. O al menos eso esperamos: el proyecto que lleva gestándose casi un año se pondrá de largo el próximo día 1 bajo el nombre de BiciMad. Si no te has decicido entre las bicis de paseo y las fixies, las eléctricas podrían ser la alternativa más cómoda para la irregular mole madrileña.

Faltan dos semanas pero la información es escasa. De momento se sabe que habrá 1.560 bicicletas distribuidas en 124 puntos de recogida dispersados por la almendra central de la M-30, y que están fabricadas y serán gestionadas por la empresa navarra Bonopark. La factura del contrato ascendía a los 25 millones de euros para el Ayuntamiento cuando presentó el concurso, pero finalmente se reducirá porque la patente, el software, los anclajes y las estaciones correrán a cargo de la empresa. Es un proyecto que persigue las líneas de ciudades con más cultura de las dos ruedas, como París o Nueva York, aunque Bonopark ya sentó precedente para un sistema municipal de bicis eléctricas en Donostia-San Sebastian.

Información útil: precios y formatos

Las obras para poner en marcha el sistema de bicicleta pública le han costado al Ayuntamiento de Madrid cinco millones de euros. Entre estas destacan los 70 kilómetros de ciclocarril que se han incorporado a la urbe madrileña. Y aunque la empresa invita a reflejarse en la ciudad guipuzcoana, la realidad es que la capital ofrecerá una cantidad mucho mayor de bicicletas.

Para empezar, BiciMad diferenciará entre los usuarios abonados y los ocasionales. Los que ya cuenten con el abono transporte podrán sacarse un permiso anual por 15 euros. Los que no tengan abono pagarán 25 euros al año por tener acceso a la red de bicis. El alquiler por días, saldrá a 1,1 euros la hora, sensiblemente más barato que alquilar una bicicleta comercial. Pero cuidado: la red está diseñada para trayectos cortos y tendrá un límite de media hora. Aquellos que sobrepasen ese límite pagarán 50 céntimos la primera media hora extra y 60 para las siguientes fracciones de tiempo.

Los usuarios no abonados pagarán dos euros por la primera hora de alquiler y cuatro en las siguientes fracciones de tiempo, aunque el sistema permite dejar la bici y volver a cogerla. Esta es una opción que beneficia principalmente a los turistas, aunque de momento, Bonopark ha informado de que no habrá tarifas especializadas de una semana o una quincena.

También se han acondicionado 124 estaciones en el centro entre las que se contarán más de 3.000 anclajes. Y una novedad interesante; aquellos que recojan la bici de un punto excedentario o la depositen en uno deficitario recibirán una bonificación de 0,10 euros en el coste del viaje. “Ese dato se facilitará en la pantalla que tienen incorporadas todas las bicicletas”, remarca Miguel Vital, fundador de Bonopark.

El peso aproximado de las bicicletas será de 22 kg -y el motor eléctrico de 3,5 kg- y se podrán utilizar también de forma mecánica. Aunque en un principio estaban diseñadas para alcanzar los 25 km la hora, la normativa de movilidad de Madrid ha limitado su velocidad a 20 km. Otro dato importante es que la empresa asumirá cualquier desperfecto en las bicicletas, que será inmediatamente reparado desde su taller de Madrid o de Navarra.

La picaresca de Bonopark

Cuando el 26 de julio de 2013 se aprobó el concurso “Contrato Integral de Movilidad de las ciudad de Madrid”, el equipo de Ana Botella impuso unas pautas de solvencia casi inasumibles. Desembocaban en dos criterios: uno financiero, que permitiese asumir los 25 millones del contrato, y otro técnico. Este último requería que la empresa contase con 2000 bicicletas testadas y probadas previamente en otra ciudad, una exigencia que no cumple casi ninguna compañía especializada en España.

Pero Bonopark llegó a la capital de la mano de la empresa americana Alta Bycicle Share, especialista en sistemas de bici pública en varias ciudades norteamericanas. Esta complementaría el requisito de experiencia que le falta al negocio de Vital e inclinaría la balanza indiscutiblemente a su favor. Gracias a este padrino, Bonopark se impuso sobre la empresa alemana Nextbike y comenzó las maniobras para un proyecto aplazado desde 2010.

Denuncias al Ayuntamiento de Madrid

BiciMad ha tenido un debut accidentado. La Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) denunció al Ayuntamiento de Madrid por “obstáculos a la ley de competencia” ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Según su criterio la empresa adjudicataria -Bonopark- no cumple los preceptos impuestos en el concurso, pues sólo han prestado un servicio de 100 bicis en San Sebastián. “El capital suscrito de esta empresa es de 625.000 euros, cuando el importe del contrato asciende a 25 millones de euros”, afirman desde la AMBE, justificando así que tampoco cumple el requisito financiero.

“Pedimos los informes financieros y los detalles de la asociación de Bonopark con Alta Bycile Share, y nos los negaron”, declara Carlos Núñez, secretario técnico de la AMBE. Sin embargo, desde Bonopark no encuentran sentido a estas acusaciones. “Después de la inversión del Grupo Pesa en la empresa, cualquier manifestación contra nuestra solvencia resulta ridícula”, afirma Miguel Vital.

Los denunciantes no han visto ningún avance desde que interpusieran la demanda, pero sí que han recibido un comunicado del Ayuntamiento de Madrid. “Nos acusan de haber puesto en duda la honorabilidad de la institución, pero nosotros sólo creemos que han sido torpes”, alega Núñez.

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