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Josele Santiago: “No son las canciones las que envenenan, sino el mundo”

Josele Santiago: "No son las canciones las que envenenan, sino el mundo"

EFE

Madrid —

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Josele Santiago observa, se encoleriza y se proclama “traidor” de “una podrida nación” que tacha de “infección”. Así es su retorno en solitario con “Transilvania”, disco bien cocinado en lo musical junto a Raül Fernández “Refree”, pero crudo, “puñetero e incluso apocalíptico” en el discurso.

“No son las canciones las que le envenenan a uno, sino el mundo, que es de lo que yo me nutro al escribirlas”, replica el también vocalista, compositor y guitarrista de Los Enemigos sobre el tono ácido que caracteriza sus trabajos, más aún este, en el que el uso analgésico del humor pierde algo de espacio.

El título ya lo anticipa, “Transilvania” (Altafonte), imagen que que evoca “un paisaje abrupto, supersticioso, con una presencia evidente del mal”.

Sucede a “Lecciones de vértigo” (2011) dentro de una carrera en solitario que debería haber alumbrado otro disco entre medias, uno que estaba muy avanzado cuando en su vida volvieron a cruzarse Los Enemigos, separados desde 2002, en principio solo para una reunión puntual.

Cuenta Santiago (Madrid, 1965) que “Vida inteligente” (2014), el álbum que terminó grabando para la mítica banda, se llevó muchos de los cortes que tenía planteados para ese disco propio y que le tocó empezar casi de cero este otro trabajo personal, “tentado” por la posibilidad de alternar su carrera a solas con la grupal.

“Casi cualquier canción puede ser de uno u otro, porque al escribir no pienso en estilos, sino en una melodía o letra”, dice al respecto.

Uno de los principales atractivos y motores al afrontar “Transilvania” fue ponerse en manos de la “amplitud de miras y campos” del productor Raül Fernández “Refree” (Kiko Veneno, Rosalía, Silvia Pérez Cruz), reunión para lo que venían buscando hueco “desde hacía más de 10 años”.

Esta vez, viviendo ambos a solo “cinco paradas de metro en Barcelona”, comenzaron unas sesiones “muy agradables y divertidas” en dos tiempos: primero a solas en el estudio que Fernández tiene en la ciudad condal y después en una masía en el Penedés tarraconense con toda la banda.

Frente a sus primeros discos en solitario, que afrontó “desde una perspectiva purista, obsesionado con un sonido natural, rigurosamente acústico”, asegura Santiago que no puso cortapisas ni suspicacias respecto a tratamientos del sonido o a la introducción de determinados instrumentos.

“Se habló sobre la marcha. Con clarinete ya había trabajado con Nacho Mastretta en mi primer disco y con mellotrón (un extraño piano electro-mecánico) junto a Los Enemigos, pero sí me interesaba hacer algo con 'sintes' y sobre todo jugar con el estudio”, dice de unos cortes de los que se llegaron a grabar hasta 3 o 4 versiones.

Blues y rock sureño se concitan en un disco muy variado en el que sigue mandando la guitarra acústica, pese a cortes cargados de electricidad y tratamiento de estudio como “Saeta”, que aborda un tema tan “delicado” como el de la pederastia y la iglesia.

El álbum arranca con “Un guardia civil”, una “canción carcelaria” con una estructura muy irregular que parte de un sueño y que habla de la libertad, en un momento tan oportuno como el que se vive estos días en Cataluña con el “procés”.

“Esto es un despropósito y lo vivo con bastante perplejidad. No se puede hacer peor que Mariano Rajoy, que está entrando al trapo, siguiéndole el juego al que quieren que juegue y proporcionando argumentos constantemente. Hay que sentarse y hablar sobre todo, porque cuando no te escuchan, gritas”, opina este madrileño residente en Barcelona.

Y cuando Santiago se enfada con el mundo, surgen temas como “Ángel”, aparente flirteo con la canción de autor en el que rebaja la gravedad de su voz para acoplarse a una melodía naif en claro contraste con “la letra más punk” que haya escrito en su vida.

“Surge de un cabreo monumental contra todo e intento plasmar la vergüenza de pertenecer a la especia humana, sin sentar cátedra ni defender a un colectivo o a otro”, explica Santiago, que se termina de recuperar estos días de una lesión de cervicales para afrontar próximamente la gira de presentación.

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