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Una luthier cierra en Paraguay el círculo iniciado por su bisabuelo en España

Una luthier cierra en Paraguay el círculo iniciado por su bisabuelo en España

EFE

Asunción —

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La luthier Amalia Rodríguez, heredera de la centenaria marca española de guitarras con las que han tocado desde Andrés Segovia hasta Eric Clapton, se ha encontrado en Asunción con una joya de la dinastía: la diseñada por su bisabuelo y empleada por Agustín Pío Barrios, el genial guitarrista paraguayo.

El encuentro se produjo en la Casa Bicentenario de la Música “Agustín Pío Barrios”, donde está expuesta la legendaria guitarra fabricada en 1911 por José Rodríguez, el fundador de la firma, con base en Madrid.

“Mangoré”, el nombre artístico de Barrios (1885-1944), ofició así de puente entre el pionero de la saga de fabricantes, que se remonta a 1882, y su bisnieta, que hoy participará en el primer Foro Internacional de Luthería de Paraguay.

“Solo la había visto en fotos. Es una adaptación de las guitarras de tablao que inventó mi bisabuelo a petición de los artistas de flamenco, que necesitan guitarras con mayor sonido”, explicó.

El periplo de la guitarra es casi tan rocambolesco como la trayectoria del propio “Mangoré”, un nómada musical que vivió y tocó en más de 20 países latinoamericanos hasta su muerte en El Salvador, donde está enterrado.

De acuerdo con los datos de la Casa Bicentenario, la “guitarra Ramírez”, como se la conoce en Paraguay, fue un regalo que hizo a Barrios su mecenas en Montevideo, Martín Borda.

Barrios la usó entre 1911 y 1915, periodo en el que grabó para los sellos de Artigas y Atlanta, en Buenos Aires, que algunos estudiosos consideran las primeras grabaciones de guitarra clásica de la historia.

Luego, el músico y compositor guaraní se la obsequió a un juez uruguayo y la guitarra se dio por perdida, hasta que fue a parar a una familia afincada en la ciudad estadounidense de Chicago.

En junio de 2004 vuelve a Asunción, tras ser adquirida por el Congreso paraguayo, que la incorporó así al patrimonio cultural del país sudamericano.

Antes de que “Mangoré” sacara magia de esa pieza de madera de palo santo, que dejó firmada, José Rodríguez era ya uno de los más solicitados “guitarreros”, como se denomina en España a los luthiers.

“Él estaba reconocido en ese medio como uno de los guitarreros más importantes, algo que transmitió a sus familiares y descendientes”, dijo su bisnieta.

Recuerda que ya en 1913 el español Andrés Segovia tocaba con una guitarra fabricada por el hermano de su bisabuelo, Manuel Ramírez, que está expuesta de forma permanente en el Museo Metropolitano de Nueva York.

“En sus últimos años Segovia tocó con tres guitarras de nuestra familia”, añadió.

El relevo generacional, coincidente con el ascendente prestigio de la empresa, abrió también el abanico de clientes, entre ellos los músicos profesionales de la era del rock.

“George Harrison tenía una, que es la que toca en 'And I love her', el tema de los Beatles. Y Paul McCartney compró una de nuestras guitarras flamencas a nuestra agente en Londres”, indicó.

Esa lista de figuras del rock embriagados por el arte de los Ramírez se extiende a guitarristas como Carlos Santana o Eric Clapton.

“Clapton compró una flamenca Ramírez, que es la que usa en su 'Unplugged' y en el tema 'Tears in heaven'”, aseguró.

Ramírez rememorará hoy muchas de esas peripecias a los asistentes al Foro Internacional de Luthería de Paraguay, que se celebra en Luque, la ciudad de las guitarras, como se la conoce por su gran número de talleres.

Junto a otros participantes, como el argentino Ricardo Louzao, Ramírez también se detendrá en aspectos técnicos como la acústica, la botánica de la madera y todo lo relativo al funcionamiento mecánico de la guitarra.

Además de eso, su estancia en Paraguay supondrá el cierre del círculo iniciado en Madrid por su bisabuelo.

Lo anunció en la Casa Bicentenario ante el aplauso de los asistentes: “se ve que (la guitarra) tiene bastante deterioro y me he comprometido a repararla, por supuesto sin ningún gasto. Para mí será un honor”, subrayó Ramírez.

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