Rubén Pozo, de Pereza, y Mark Olson, de los Jayhawks, juntos de gira

Un recorrido de 13 conciertos por España de dos músicos distintos, pero con un “mismo lenguaje”, es lo que Rubén Pozo, el exintegrante de Pereza, y Mark Olson, el cofundador de la banda de country alternativo Jayhawks, van a llevar a cabo en noviembre con el espectáculo “Sorprendente cruce de caminos”.

Tras comenzar en Huesca el viernes pasado, llegan hoy a Zaragoza para presentar este espectáculo, en el que ambos músicos se mezclan en el escenario, comparten temas y que, como afirma Pozo en una entrevista concedida a EFE, “tiene poder selvático”.

Olson y Pozo actuarán mañana en Valencia, el sábado en Madrid y el domingo en Barcelona y continuarán la semana que viene en ciudades como Valladolid o Segovia para concluir el próximo 26 de noviembre en Cáceres.

La idea nació tras conocerse en León el año pasado, cuando los dos tocaban en la ciudad y Olson se acercó a ver el concierto de Pozo, un recital que le gustó y que sirvió para que se pusieran en contacto.

“Intercambiamos 'mails' como de coña, bromeando sobre la posibilidad de hacer una gira juntos. En un principio fue como una broma pero la cosa cogió cuerpo y ahora estamos aquí”, explica Pozo.

Además, lo que iban a ser dos pases separados que compartirían fechas y plazas se ha convertido en un concierto con espacio para la improvisación en el que interpretarán “muchas canciones juntos” ya que “hay química” entre los dos.

No estarán solos en el escenario, sino que también tendrá una importante presencia la multiinstrumentista, cantante y esposa de Olson, la noruega Ingunn Ringvold, un “arma secreta”, como la definen Olson y Pozo, que toca el teclado o instrumentos tradicionales armenios como el qanun, una especie de arpa.

El músico estadounidense detalla que su mujer aprendió a tocar este instrumento en un viaje que realizaron a Armenia, “un sitio precioso con una música preciosa”.

Precisamente, Olson, quien vive en el desierto californiano de Joshua Tree, ha realizado varios viajes por el mundo y, como le define Pozo, “le gusta sentir la conexión con la naturaleza”.

En España conoció y le enamoraron los Pirineos, aunque recuerda con humor el intenso olor a colonia de la gente mayor que llenaba el autobús en el que viajaron desde Huesca: “No podíamos abrir las ventanas y prácticamente no podíamos aguantarlo. No había olido algo así en mi vida”, explica entre risas.

En su regreso a España, Olson se siente feliz ya que le encanta el país y su audiencia, un público que “disfruta más” y que “siente” la música.

Además, se muestra contento de tocar con su compañero de gira, una experiencia “muy agradable” y distinta a lo que suele ser costumbre que ayuda “a crecer como músico”.

“Estamos haciendo esta gira y ni siquiera tenemos una nueva grabación, que sí tendré en el futuro, pero el mundo de la música ha cambiado mucho”, juzga al compararlo al habitual modelo de lanzamiento de disco y gira posterior.

Igual de feliz se muestra Pozo al evaluar esta unión, quien afirma que los dos han “conectado” tocando, que “sacan las canciones de la misma mina” y que comparten una gira “atípica” y “estimulante”.

Sobre el recorrido que completarán, concluye que es “uno de esos regalos que a veces te hace la música, en los que no hay más que dejarse llevar y disfrutar de lo bonito que tiene”.